CIUDAD DE MÉXICO, 15 ene (Reuters) – El presidente López Obrador dijo el viernes que su gobierno avala la decisión de la fiscalía de desechar los cargos contra el exsecretario de Defensa Salvador Cienfuegos, acusado por la DEA de vínculos con el narcotráfico y acusó a la agencia antidrogas estadounidense de “fabricar” el caso contra el militar retirado.

Cienfuegos, quien fue jefe del Ejército durante el mandato del expresidente Enrique Peña (2012-2018), arribó a México en noviembre, luego de que la justicia estadounidense desestimara, a pedido del gobierno de México, las acusaciones de narcotráfico por las que fue detenido en Los Ángeles, a solicitud de la DEA.

“Es una decisión que toma la fiscalía, pero que el gobierno que represento secunda (…) porque nosotros sostenemos que debe terminarse la impunidad, la corrupción, pero también que no pueden haber represalias, venganzas y que no se pueden inventar delitos”, aseguró Andrés Manuel López Obrador.

“La fiscalía ha actuado porque se consideró que los elementos de prueba presentados por (la) DEA, no tienen ningún valor probatorio”, agregó el presidente en rueda de prensa antes de acusar a la agencia antinarcóticos estadounidense de “fabricar” el caso contra el militar retirado de 72 años.

El vocero de la DEA, Michael Miller, dijo a Reuters que la agencia no tenía comentarios al respecto.

Cienfuegos fue acusado de facilitar, a cambio de sobornos, la operación del cártel H-2 -sucesor del de los hermanos Beltrán Leyva-, una organización criminal nacida en el estado noroccidental Sinaloa. Las autoridades estadounidenses mostraron miles de mensajes de Blackberry como prueba de las acusaciones.

El arresto de Cienfuegos en suelo estadounidense causó molestia en el gobierno de México, que envió una nota de protesta a la administración de Donald Trump por la detención inconsulta.

López Obrador dijo el viernes que le instruyó al canciller, Marcelo Ebrard, para que se haga público el expediente de Cienfuegos enviado por Estados Unidos.

La fiscalía aseguró en la víspera que no encontró pruebas de que el militar retirado tuviera encuentros o comunicaciones con los integrantes del cártel H-2, ni que los ayudara o protegiera. Tampoco, agregó, se detectó un incremento inusual de su patrimonio.

La investigación, basada casi en su totalidad en mensajes interceptados de un Blackberry, no encontró señales de que la riqueza de Cienfuegos creciera de manera sospechosa y no incluyó testimonios significativos de testigos, según fuentes familiarizadas con la evidencia. Una fuente confesó a Reuters que no se pudo establecer la propiedad del Blackberry.

Sin embargo, el canciller Ebrard sostuvo que la investigación no ha concluido. “Hay otros elementos importantes que se deben investigar”, adelantó.

El Departamento de Justicia estadounidense aseguró a Reuters que podría considerar retomar medidas contra Cienfuegos.

“Estados Unidos se reserva el derecho de reiniciar el enjuiciamiento de Cienfuegos si el gobierno de México no lo hace”, dijo Nicole Navas, vocera del Departamento de Justicia.

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