Los equipos y funcionarios que luchan contra un gran incendio que ha consumido más de 190 mil acres en el norte de California, Estados Unidos, se preparaban el domingo para la posibilidad de que las columnas de humo puedan generar tormentas eléctricas capaces de encender más llamas.
El incendio de Dixie, en el condado de Butte, al norte de Sacramento, ganó terreno el sábado y sólo estaba contenido en un 21% en la mañana del domingo, según el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California.
“Hay una alta probabilidad de que las columnas de humo desarrollen lo que llamamos una (nube) pirofórica”, dijo el analista de comportamiento del fuego Dennis Burn en un mensaje de video publicado en la página de Facebook del Bosque Nacional de Lassen.
Los grandes incendios, como el de Dixie y el de Bootleg en Oregón, que ha quemado más de 400.000 acres (161.874 hectáreas) y estaba contenido en un 42% hasta el domingo, pueden generar a veces su propio clima, como tormentas eléctricas.
El sábado por la noche, el incendio de Dixie se unió a otro cercano y los bomberos han luchado por contener las llamas que han motivado evacuaciones en varias comunidades
Las autoridades dijeron que esperaban que el incendio de Dixie volviera a estar muy activo el domingo, mientras que las cuadrillas que luchan contra el incendio de Bootleg, al norte de Oregón, se enfrentaban al día “más cálido y seco” en el corto plazo, dijeron las autoridades a cargo del combate de los incendios en una actualización el domingo.
El incendio de Bootleg es uno de los más de 86 grandes incendios forestales activos en 12 estados que han calcinado más de 1,4 millones de acres (más de 566.000 hectáreas) en las últimas semanas, según el Centro Nacional Interagencial de Incendios (NIFC) en Boise, Idaho.
Los incendios en el oeste de Estados Unidos, que marcan un inicio de la temporada de siniestros más intenso de lo normal, han coincidido con un calor récord que ha afectado a gran parte de la región en las últimas semanas y ha causado cientos de muertes.
Los científicos afirman que la creciente frecuencia e intensidad de los incendios forestales se debe, en gran medida, a la prolongada sequía y a los crecientes episodios de calor excesivo que son síntoma del cambio climático.