Yolanda Varona, directora y fundadora de la asociación Dreamers Moms USA/Tijuana, cumplió este viernes su sueño de regresar nuevamente a Estados Unidos para reunirse con sus hijos, luego de 10 años de lucha tras haber sido deportada aquel lejano 1 de enero de 2011, cuando se disponía a cruzar la frontera hacia México.
La activista era una de las miles de madres que año tras año son deportadas por autoridades de EEUU hacia México por razones migratorias. Sin embargo, Varona logró regresar gracias al plan de Joe Biden de llevar de vuelta a su país a los veteranos que fueron deportados en los últimos años, y a sus familiares cercanos.
Desde temprana hora, la madre soñadora preparó sus cosas y previo a cruzar la frontera nuevamente, se dijo nerviosa de regresar con sus hijos, a quienes dejó de adolescentes y hoy sus vidas han cambiado. También manifestó sentirse contenta por haber logrado este sueño que se propuso desde que fue deportada.
La detención y parte de su historia
El 31 de diciembre de 2010, Yolanda Varona fue detenida por autoridades migratorias cuando intentaba cruzar a Tecate para realizar unas compras. Estuvo ese día retenida en San Diego y luego la deportaron el 1 de enero de 2011 a Tijuana, así que le tocó pasar su Año Nuevo en un centro de detención.
Una vez en esta ciudad, decidió formar la organización Dreamers Moms, lo cual le significó “un acto de supervivencia” porque en ese momento pasaba por una crisis emocional muy grande y no sabía qué hacer para resistir el sufrimiento que le causaba estar lejos de sus hijos, aunque le alivió que con el tiempo se dio cuenta de que había más mujeres en la misma situación.
A partir del 2014, la asociación comenzó a crecer y a generar un mayor impacto entre la ciudadanía, logrando atender a cientos de madres mediante la asesoría psicológica, legal y migratoria, que en un principio se daba de manera voluntaria por personas que se acercaban a la asociación y que luego se fueron condensando.
El objetivo de Yolanda con el grupo siempre fue muy claro: regresar legalmente a todas las madres con sus familias, es decir, la reunificación familiar que tanto se presume por parte de las autoridades y que hasta ese tiempo no se veía reflejada en los hechos. Gracias a ese objetivo, hoy en día cinco madres están con sus familias y Yolanda lo ha hecho también.
En alguna ocasión Varona compartió en entrevista que “lo más triste de toda esta situación es que no te avisan (las autoridades) que te van a deportar. Lo feo es que las detienen en los trabajos, en la calle, cuando vienen de dejar a sus hijos en la escuela” y no hay manera de despedirse de sus hijos.
Por eso, recalcó en esa entrevista, “el dolor de las madres deportadas y las ganas de volver con sus hijos es muy grande, porque solo ellas entienden lo que es y lo que se siente que te arranquen y te separaren de ellos de un día para otro”.
De acuerdo con estadísticas de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobierno (Segob), en promedio anualmente más de cinco mil 500 mujeres mayores de edad son deportadas tan solo por territorio de Baja California, de las cuales se estima que al menos el 50 por ciento son madres de familia.
La gran mayoría de ellas regresan por Tijuana y, a decir de las organizaciones como las de Varona, un gran promedio decide quedarse en esta ciudad por la relativa cercanía que les representa con sus seres queridos.