Científicos han identificado ADN de animales, plantas y microbios de hace unos 2 millones de años, el material genético más antiguo con mucha diferencia, en sedimentos del punto más septentrional de Groenlandia, excavados alrededor de la desembocadura de un fiordo del Océano Ártico, revelando un asombroso mundo perdido en la remota región.
Los investigadores informaron el miércoles que habían detectado fragmentos de ADN de una panoplia de animales como mastodontes, renos, liebres, lemmings y gansos, así como de plantas como álamos, abedules y tuyas, y de microorganismos como bacterias y hongos.
El ADN es el material autorreplicante que contiene la información genética de los organismos vivos, una especie de plano de la vida.
El mastodonte era un pariente del elefante que vagó por Norteamérica y Centroamérica hasta su extinción, junto con muchos otros grandes mamíferos de la Edad de Hielo, hace unos 10.000 años. El descubrimiento demuestra que su área de distribución era más amplia de lo que se creía hasta ahora.
“El mastodonte fue una gran sorpresa. Nunca antes se había encontrado en Groenlandia. Sin embargo, la mayor sorpresa fue este ecosistema único de especies árticas y templadas mezcladas sin ningún análogo moderno”, declaró Eske Willerslev, director del Centro de Geogenética de la Fundación Lundbeck y responsable del estudio publicado en la revista Nature.
“No creo que nadie hubiera previsto que Groenlandia albergara tal diversidad de plantas y animales hace 2 millones de años, en una época en la que el clima era muy similar al que esperamos presenciar dentro de unos años debido al calentamiento global”, añadió Willerslev, adscrito a la Universidad de Cambridge y a la de Copenhague.
Aunque el ADN antiguo es muy perecedero, el estudio demostró que en condiciones adecuadas -en este caso en el permafrost- puede sobrevivir más tiempo del que se creía posible. Willerslev afirmó que ahora no le sorprendería encontrar ADN de hace 4 millones de años.