Con las emergencias viales, socavones y derrumbes que aquejan a Tijuana en las últimas semanas, se ha demostrado que a la ciudad le hace falta una buena remozada. Los ciudadanos gastan hasta dos horas atorados en algunos kilómetros debido a la falta de vialidades eficientes, y a las obras de urgencia que se emprenden cada que un hoyo nuevo interrumpe el bulevar.
Es evidente que problemas como lo que sucede con el Terraplén de Los Olivos cada que llueve -que lo tienen que cerrar porque lo mueve el agua de la Canalización cuando se inunda-, son previsibles, pero al gobierno en turno le gustan las soluciones prácticas, visibles y llamativas. Tal vez porque no tienen mejores ideas, o porque desde hace varias administraciones les falta presupuesto para tenerlas.
Decimos esto porque hace unos años el Ayuntamiento de Tijuana redujo -entre 2017 y 2018- más de 302 millones de pesos al Presupuesto para Obra Pública en Bienes del Dominio Público. Pasaron de invertir como Gobierno de la ciudad -sea el que sea-, 870 millones 346 mil 431 pesos en 2017, a 568 millones 206 mil 410 pesos en 2018, en el área del presupuesto gubernamental que engloba el mantenimiento general de la ciudad. Esto sin contar con los fondos federales y otras inversiones presupuestadas.
Información obtenida por GLOCAL MEDIA sobre el gasto anual reflejado en el Presupuesto de Egresos de los últimos años a la fecha, respalda la versión de la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero Ramírez, sobre que la culpa es de los gobiernos anteriores, ya que en 2018, cuando se realizó esta reducción presupuestal, ella buscaba ser diputada en el Congreso del Estado.
Pero también confronta su interés genuino en el tema, porque en 2022 ella y su Cabildo solamente aumentaron 2 millones de pesos al presupuesto propio para Obra en Bienes del Dominio Público del Ayuntamiento Tijuana (y todo lo que conlleva: vialidades, alumbrado, reparaciones, etcétera). El mismo año en que la Presidencia Municipal se incrementó 5 millones de pesos a su propio presupuesto.
¿A dónde se fueron 302 millones de pesos?
Los archivos del Presupuesto de Egresos consultados por GLOCAL MEDIA -disponibles en la pestaña de transparencia de la página del Ayuntamiento de Tijuana-, revelan la Clasificación por Objeto de Gasto según la proyección para cada año, y el gasto con recurso seguro, planificado, que el gobierno en turno tiene para la ciudad.
Entre 2017 y 2018, cuando ambos presupuestos demuestran la reducción de 302 millones de pesos para Obra en Bienes del Dominio Público, hay otros rubros que tienen un aumento considerable, y que son la razón del sacrificio gubernamental a la infraestructura fronteriza. Por ejemplo, de repente el gobierno municipal empezó a necesitar 161 millones de pesos más para Remuneraciones al Personal. Y con ello, se modificó todo el presupuesto de gasto en prestaciones de los empleados.
Al engordar la nómina indiscriminadamente durante su gobierno, el exalcalde panista Juan Manuel Gastélum Buenrostro, tuvo que ahorrarse unos pesitos para darle chamba a sus amigos -muchos, por cierto, con lugar todavía en administraciones guindas-, y le dio cortón a rubros que suponen un bienestar general para la población.
Por ejemplo, redujo 3.5 millones a los Donativos que el Ayuntamiento entrega; 21 millones de pesos a las Ayudas Sociales; y 31 millones a la compra de Materiales y Artículos de Construcción y Reparación. Además, claro, de cortar de un año a otro, los 302 millones de lo destinado para Obra en Bienes del Dominio Público.
Eso sí, Gastélum Buenrostro asignó 8 millones de pesos más a sus Servicios de Comunicación Social y Publicidad, razón por la que su administración fue investigada debido a la presunta triangulación de recursos públicos en el desarrollo de empresas privadas, y a la asignación de contratos de trabajo a agencias y medios sospechosamente recén creados.
En ese mismo año, ‘El Patas’ también incrementó 150 millones de pesos al presupuesto relativo a Vehículos y Equipos de Transporte, y 48 millones al rubro Maquinaria, Otros Equipos y Herramientas.
Estos aumentos fueron porque su administración se inventó que Tijuana no tenía camiones de basura, lo cual derivó en otro escándalo, pues la empresa que contrató para que los rentara a la ciudad, no contaba con los camiones cuando ganó la licitación pública, sino que los adquirió con el dinero que el Ayuntamiento le pagó como enganche por ganar el contrato para rentárselos.
Así, el presupuesto que antes de su administración era destinado para obra, mantenimiento y remozamiento de puentes, limpieza de calles y recolección de basura, fue redirigido por la administración panista de Juan Manuel Gastélum Buenrostro para incrementar puestos de trabajo, y para edificar presuntas operaciones financieras que a la postre fueron investigadas y conocidas -por sospechosas-, contra los intereses financieros de la ciudad.
Cualquiera pensaría que no siendo como los de antes, las administraciones morenistas habrían corregido dichos movimientos para reencausar el gasto del gobierno y atender la infraestructura descuidada, pero no es así. Ni Arturo González Cruz ni Montserrat Caballero revirtieron ese presupuesto.
De hecho, en los Presupuestos de Egresos disponibles en Internet se evidencia que la Presidencia Municipal recibió más de 13 millones de aumento entre los Ejercicios Fiscales de 2020, 2021 y 2022, mientras que la inversión para Obra en Bienes del Dominio Público sólo creció 6.1 millones durante los mismos tres años.
Presupuestos discretos
En los presupuestos de ‘Clasificación Funcional-Programatica y Presupuesto por Programa’ consultados por GLOCAL MEDIA -es decir, el dinero con el que cuenta cada dependencia para pagar sueldos, papelería, operatividad y materiales-, queda de manifiesto que en los últimos tres años las administraciones morenistas han sido ‘discretas’ en incrementos a las áreas relacionadas con el cuidado de la infraestructura municipal.
A Protección Civil, por ejemplo, en 2020 se le asignaron 12.7 millones de pesos, y en 2022 el registro indica un presupuesto de 13.5 millones. En total: 800 mil pesos de incremento en tres años.
Para Desarrollo Territorial, Urbano y Ambiental, en 2020 se presupuestaron 150.2 millones de pesos, y en 2022, le dieron 151.5 millones para su operatividad. Crecimiento: 1.3 millones de pesos en tres años.
Protección al Ambiente pasó de un presupuesto de 4.7 millones en 2020, a uno de 5.3 millones el año pasado. Les aumentaron 600 mil pesos en tres años.
Sin embargo, en el mismo lapso de tiempo, el gasto operativo de la Presidencia Municipal justificó lo suficiente para obtener 13 millones 824 mil 827 pesos más en su presupuesto, brincando de 223 millones 923 mil 609 pesos, en 2020, a disponer de 237 millones 748 mil 436 pesos, en 2022.
Los documentos con la Clasificación por Objeto de Gasto del Gobierno Municipal de 2020 a 2022, indican que ni siquiera el presupuesto para Obra en Bienes del Dominio Público tuvo un aumento tan considerable como el de la Presidencia Municipal.
El Ayuntamiento -ya morenista- asignó 615 millones 906 mil 712 pesos propios para obra municipal en 2020, y el año pasado el monto llegó apenas a 622 millones 79 mil 520 pesos. En tres años, hubo un ajuste de 6.1 millones de pesos para la rama del presupuesto de gobierno que asegura el mantenimiento, remozamiento y cuidado de las calles y entornos en una ciudad tan grande como Tijuana. Dos millones de pesos al año.
Mención aparte merece el Ejercicio Fiscal de 2022, cuando Montserrat Caballero Ramírez y sus funcionarios armaron todo el presupuesto del Ayuntamiento de Tijuana, pues la asignación de recursos para obra pública incrementó 2.2 millones de pesos, como se muestra en las imágenes anteriores, mientras que a la Presidencia Municipal se le aumentaron 5.2 millones para asegurar su operatividad.