Tiroteo involucra a fuerzas occidentales en Kabul en medio de caos por evacuaciones
Un tiroteo ocurrió el lunes entre hombres armados, fuerzas de seguridad occidentales y efectivos afganos en la entrada norte del aeropuerto de Kabul, dijo el Ejército de Alemania, en otro episodio que se sumaba al caos de la evacuación mientras Estados Unidos evalúa formas de extender el plazo para la retirada.
Miles de afganos y extranjeros han atestado el aeropuerto durante días, con la esperanza de tomar un vuelo después de que los combatientes talibanes capturaron Kabul el 15 de agosto y mientras las fuerzas lideradas por Estados Unidos pretenden completar su salida para fines de mes.
Veinte personas han muerto en el tumulto del aeropuerto, la mayoría en tiroteos y estampidas entre el calor y el polvo, aplastadas contra muros de hormigón, al tiempo que las fuerzas estadounidenses e internacionales tratan de evacuar a sus ciudadanos y afganos vulnerables. Una persona murió en el enfrentamiento del lunes, dijo el Ejército alemán.
La cadena CNN reportó que un francotirador afuera del aeropuerto disparó contra los guardias afganos cerca de la entrada norte. Unos 600 exsoldados del Gobierno están ayudando a las fuerzas estadounidenses en el terminal aéreo, cerca de la zona donde ocurrió el ataque.
Fuerzas estadounidenses y alemanas estuvieron involucradas en el enfrentamiento, dijo el Ejército germano. Tres efectivos afganos heridos estaban siendo tratados en un hospital de campaña en el aeropuerto, indicó.
Dos funcionarios de la OTAN en el aeropuerto dijeron que la situación estaba bajo control después del tiroteo.
Los talibanes han desplegado combatientes fuera del aeropuerto, donde han intentado ayudar a establecer algún tipo de orden.
El domingo, combatientes talibanes dispersaron a las multitudes en el aeropuerto, un día después de que siete afganos murieron cuando la gente se abalanzó hacia las puertas, en medio de la preocupación por la proximidad del plazo establecido para el retiro de tropas extranjeras.
Los talibanes tomaron el poder en Afganistán hace poco más de una semana, cuando Estados Unidos y sus aliados retiraron sus tropas tras una guerra de 20 años destinada a derrocar a los islamistas extremos y a dar caza a Al Qaeda tras los atentados del 11 de septiembre.
El Gobierno del predecesor de Joe Biden, Donald Trump, llegó a un acuerdo con los talibanes el año pasado que permitía a Estados Unidos remover sus tropas de Afganistán a cambio de garantías de seguridad.
“HORAS, NO SEMANAS”
El presidente Biden, que la semana pasada señaló la posibilidad de que las tropas permanecieran más tiempo, dijo el domingo que la situación de seguridad en Afganistán estaba cambiando rápidamente y seguía siendo peligrosa.
“Permítanme ser claro, la evacuación de miles de personas de Kabul va a ser dura y dolorosa” y lo habría sido “sin importar cuándo comenzó”, dijo Biden en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
“Nos queda un largo camino por recorrer y muchas cosas pueden salir mal”.
A la pregunta de un periodista sobre si Estados Unidos ampliaría el plazo del 31 de agosto para las evacuaciones, Biden respondió: “Nuestra esperanza es que no tengamos que prorrogarlo, pero sospecho que habrá discusiones según la parte del proceso en la que nos encontremos”.
El primer ministro británico, Boris Johnson, instará a Biden esta semana a extender el plazo. El ministro de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, dijo que su país ha visto “reducido a horas, no a semanas” su plan de evacuación y que las fuerzas en terreno necesitaban usar cada momento que tuvieran para sacar personas de Afganistán.
El portavoz de Johnson dijo que Gran Bretaña todavía quiere sacar en avión a miles de personas y no había establecido una fecha límite estricta para cuando terminen las evacuaciones.
“Continuaremos ejecutando nuestro proceso de evacuación mientras la situación de seguridad lo permita (…) Necesitamos ser flexibles en nuestro enfoque”, dijo el portavoz, y agregó que no sería posible que las evacuaciones británicas continúen una vez que las tropas estadounidenses dejen Afganistán.
Con información de Reuters.
