La Suprema Corte de Justicia de México prevé retomar sus actividades cuando sea promulgada en los próximos días una controvertida reforma al poder judicial contra la que protestó airadamente y por la que fue a un paro de labores a inicios de mes.
El Senado de México aprobó el miércoles los cambios constitucionales, que ya tenían luz verde de la cámara de diputados y que desataron una huelga de trabajadores judiciales, tensaron la relación con Estados Unidos y causaron desconfianza en los mercados por temores de que afectaría el clima de negocios en la segunda mayor economía de Latinoamérica.
“Concluirá la suspensión de actividades en la Corte, cuando el Diario Oficial de la Federación publique el decreto de reforma constitucional en materia del poder judicial”, dijo el máximo tribunal en un comunicado difundido el jueves por la tarde.
El martes de la semana pasada, la mayoría del pleno de la corte suprema votó a favor de suspender actividades en la institución antes de que la Cámara de Diputados debatiera sobre la reforma.
El presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, impulsor de la iniciativa, anunció en la víspera que espera promulgar la reforma el domingo, en coincidencia con el día de la independencia mexicana, tras informar que la mayoría de congresos locales habían dado el visto bueno final al proyecto que se requería.
La presidenta de la corte suprema, Norma Piña, había convocado a una sesión para el martes.