Los funcionarios estadounidenses de asilo han documentado decenas de incidentes desde 2016 de inmigrantes que alegan que agentes fronterizos abusaron físicamente de ellos tras ser detenidos en la frontera de Estados Unidos, según registros obtenidos por Human Rights Watch y publicados el jueves.
La organización sin ánimo de lucro con sede en Nueva York presentó una demanda por copias de informes internos presentados por los funcionarios de asilo estadounidenses por supuestas malas conductas cometidas por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Los registros, que también incluían denuncias de abuso verbal y violaciones de los derechos legales de los inmigrantes, estaban muy editados, pero abarcan desde 2016 hasta 2021, en tres administraciones con enfoques variados sobre la política migratoria.
Según la ley migratoria estadounidense, las personas arrestadas por agentes fronterizos son remitidos a una entrevista con funcionarios de asilo de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) si expresan temor de regresar a sus países de origen.
Fue durante esas entrevistas que los inmigrantes mencionaron descripciones de abuso verbal y físico por parte de agentes fronterizos estadounidenses, según los registros.
Desde el comienzo de la pandemia de coronavirus, la mayoría de los inmigrantes han sido expulsados sin tener la oportunidad de solicitar asilo.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, que supervisa tanto al CBP como al USCIS, dijo que la agencia “no tolera ninguna forma de abuso o mala conducta”. Desde que Joe Biden asumió el cargo en enero, la agencia ha comenzado una revisión interna sobre el uso de la fuerza, así como “para identificar y terminar con los prejuicios intolerables”, agregó.
Según un informe interno de 2017, una mujer cuya nacionalidad está censurada dijo a un oficial de asilo que un agente de la patrulla fronteriza la tiró al suelo varias veces, le hizo sangre y le dio un rodillazo en la parte inferior de la pelvis.
Otro informe describe el testimonio de un inmigrante que dice fue atacado en junio de 2018 por un perro de la patrulla fronteriza en el desierto de California, hiriéndole un testículo. Según indicó, no recibió tratamiento durante cerca de un mes mientras estaba bajo custodia, según los documentos.
Hubo múltiples denuncias internas de abuso verbal, entre ellas un inmigrante hondureño que dijo que los agentes fronterizos “nos llamaron hijos de perra, perros, parásitos, basura”. Otro solicitante de asilo afirmó que los agentes fronterizos “nos dijeron que dábamos a luz a ratas”, según los registros.
Con información de Reuters.