CIUDAD DE MÉXICO 9 de noviembre (apro).- Para cumplir con sus obligaciones constitucionales y los acuerdos comerciales internacionales, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador debería aumentar el próximo año el salario mínimo de 33 pesos diarios, para que quede en 156 pesos.
Así lo señaló el colectivo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza a Luis Felipe Munguía Corella, recién nombrado presidente la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).
Hasta el momento, apuntó la organización, el salario mínimo sigue siendo insuficiente, pues los 3 mil 696 pesos de cada mes apenas alcanzan para cubrir una canasta básica, lejos de “sostener un hogar donde comen, visten, se transportan y se asean cuatro personas, quienes además pagan renta o mantenimiento de la casa, y tienen otros gastos básicos de vivienda (gas, luz)”.
Aparte, resaltó que la iniciativa del gobierno federal que busca regular el outsourcing ataca prácticas abusivas e ilegales “que en su mayoría ya están prohibidas”, y precisó que el problema en esta materia viene de la poca vigilancia y de sanciones contra las empresas delincuentes.
La organización pidió a Munguía que la Conasami decrete un incremento de 2% al salario mínimo por encima de la inflación, y que además determine un monto independiente de recuperación de 25 pesos diarios, “para llegar a la meta de un salario suficiente, como manda la Constitución”. En concreto, planteó el objetivo de que un salario mínimo alcance para dos canastas básicas al horizonte 2024.
La Conasami es una instancia tripartita en la que participan representantes del gobierno federal, sindicatos y sector patronal. Juntos determinan el monto del salario mínimo para el siguiente año; entre 1991 y 2018, la institución tuvo el mismo presidente, Basilio González Núñez, quien durante aquellas tres décadas presenció el derrumbe del salario mínimo en el país, que cayó 70% desde 1976.
Con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador se revirtió por primera vez la tendencia a la baja del salario mínimo, aunque sólo superó “por centavos” el umbral de la pobreza y quedó insuficiente.
En tal sentido, el colectivo insistió en la necesidad de mejorar los salarios y las condiciones laborales en el país, pues la pandemia de covid-19 agudizó una situación que era pésima, en la que 57% de los trabajadores no ganaban lo suficiente para comprar dos canastas básicas y 42% no tenía afiliación a la seguridad social.
“El mercado laboral ha alcanzado un límite de riesgo porque el trabajo ha dejado de ser la puerta de salida de la pobreza. Millares de jóvenes sin empleo, mujeres confinadas al cuidado del hogar, de niños y parientes enfermos, frenan el crecimiento de la economía y amenazan la estabilidad social”, advirtió.