DUBLÍN/TUAM, Irlanda, 12 ene (Reuters) – Miles de niños murieron en hogares irlandeses para madres solteras y sus hijos, dirigidos en su mayoría por la Iglesia Católica, entre las décadas de 1920 y 1990, según una investigación publicada el martes, que halló una tasa de mortalidad “espantosa” que reflejaba brutales condiciones de vida.
El informe, que abarcaba 18 de los llamados Hogares de Madres y Bebés, donde durante décadas las jóvenes embarazadas fueron ocultadas de la sociedad, es el último de una serie de documentos encargados por el gobierno que han puesto al descubierto algunos de los capítulos más oscuros de la Iglesia Católica.
Alrededor de 9.000 niños fallecieron en total, según el informe, una tasa de mortalidad del 15%. La proporción de niños que murieron antes de su primer cumpleaños en un hogar, en Bessborough, en el condado de Cork, llegó al 75% en 1943.
Niños fueron arrebatados de sus madres y enviados al extranjero para ser adoptados.
El testimonio anónimo de algunos residentes comparó las instituciones con prisiones, en las que sufrían abusos verbales de las monjas como “pecadores” y “engendros de Satanás”. Las mujeres sufrían partos traumáticos sin ningún tipo de alivio para el dolor.
Un residente recordó “mujeres gritando, una mujer que había perdido la razón y una habitación con pequeños ataúdes blancos”.
Los familiares han alegado que los bebés fueron maltratados porque nacieron de madres solteras que, al igual que sus hijos, fueron vistas como una mancha en la imagen de la devota y católica Irlanda. La investigación dijo que los admitidos incluyeron a niñas de tan sólo 12 años.
Los registros del Gobierno muestran que la tasa de mortalidad de los niños en los hogares donde 56.000 mujeres y niñas, incluidas víctimas de violación e incesto, fueron enviadas a dar a luz, era a menudo más de cinco veces superior a la de los hijos de padres casados.
“El informe deja claro que durante decenios, Irlanda tuvo una cultura asfixiante, opresiva y brutalmente misógina, en la que la estigmatización generalizada de las madres solteras y sus hijos robaba a esas personas su independencia y, a veces, su futuro”, dijo el ministro de la Infancia, Roderic O’Gorman.
El primer ministro Micheál Martin se disculpará formalmente ante los afectados por el escándalo en el Parlamento esta semana por lo que describió como “un capítulo oscuro, difícil y vergonzoso de la historia irlandesa muy reciente”.