El presidente Vladimir Putin incorporó a Rusia de manera formal el miércoles a cuatro regiones ucranianas parcialmente ocupadas, una medida que Kiev condenó como una apropiación de tierras sin sentido ideada por “un manicomio colectivo”.
Impulsando la mayor anexión de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, Putin firmó una ley que anexa hasta el 18% de Ucrania, parte de la cual no controlan las fuerzas de Moscú.
Incluyendo Crimea, que Rusia se anexó en 2014, Moscú reclama casi una cuarta parte de Ucrania, aunque aún no ha precisado dónde se situarán las fronteras y sus propias tropas se han visto obligadas a retirarse en dos frentes.
La firma del líder ruso fue la etapa final del proceso legal para anexar Donetsk y Lugansk en el este de Ucrania y Zaporiyia y Jersón en el sur. Más tarde dijo que Rusia estabilizará la situación allí, un reconocimiento indirecto de los retos a los que se enfrenta para afirmar su control.
Kiev afirma que nunca aceptará una apropiación ilegal de tierras al estilo imperial y ha recuperado cientos de kilómetros cuadrados de su propio territorio en las últimas semanas.
Andriy Yermak, jefe de la oficina presidencial de Ucrania, dijo en Telegram que lo que está haciendo Rusia le recuerda a un “manicomio colectivo”.
“Las decisiones inútiles de un país terrorista no valen ni el papel en el que están firmadas”, afirmó.
En un momento en que hasta los presentadores de la televisión estatal rusa están mostrando signos de abatimiento ante las pérdidas en el campo de batalla, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, desestimó la idea de que estén socavando la anexión de las regiones.
“Estarán con Rusia para siempre y (las tierras cedidas en los nuevos territorios) serán devueltas”, dijo un desafiante Peskov a los periodistas.
Un mapa publicado por la agencia estatal de noticias RIA insinuó que Rusia quiere grandes partes de Ucrania que están bajo control del Ejército ucraniano, que ha estado avanzando con rapidez en el este y que esta semana progresó también en el sur.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró el martes por la noche que su Ejército recuperó decenas de ciudades en regiones del sur y el este que Rusia declaró anexadas. Reuters no pudo verificar de forma independiente sus declaraciones.
“Solo esta semana, desde el pseudo-referéndum ruso, se han liberado decenas de núcleos de población. Están en las regiones de Jersón, Járkov, Lugansk y Donetsk todas juntas”, dijo.
Moscú siguió adelante con su plan de anexión tras celebrar lo que denominó referendos durante varios días a partir del 23 de septiembre, votaciones que fueron denunciadas por Kiev y los gobiernos occidentales como ilegales y coercitivas.
La Unión Europea acordó el miércoles un nuevo paquete de sanciones para castigar a Rusia por el plan de anexión. Las medidas incluyen más restricciones en el comercio con Rusia de productos siderúrgicos y tecnológicos, y un tope en el precio del petróleo para las entregas de crudo ruso por vía marítima a través de las aseguradoras europeas para alinear al bloque con Washington.
Zelenski se reunió antes con los altos mandos militares ucranianos para discutir sus próximos pasos, entre ellos el de contrarrestar los nuevos tipos de armas utilizados por Rusia, una probable referencia a los drones de fabricación iraní.
La fuerza aérea ucraniana dijo que 12 drones habían atacado desde el sur durante la noche, seis de los cuales fueron derribados.
ENERGÍA Y DISPUTAS NUCLEARES
Moscú, que cortó el suministro de gas a Europa culpando a las sanciones occidentales y a las dificultades técnicas, comenzó a retirar el gas del gasoducto Nord Stream 2 hacia Alemania, que nunca llegó a entrar en servicio debido a las tensiones entre Oriente y Occidente, y a redirigirlo hacia Rusia, según informó Dinamarca.
Gazprom había llenado el gasoducto, uno de cuyos ramales estaba indemne pese a las misteriosas explosiones submarinas que dañaron el mes pasado el otro ramal, por si alguna vez entraba en funcionamiento. Gazprom dijo un día antes que planeaba vaciar de gas el ramal para comprobar su integridad.
En la disputa por el control de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, Putin firmó un decreto el miércoles ordenando que el gobierno ruso convierta a la planta en “propiedad federal”.
En el campo de batalla, las fuerzas rusas, que se han visto obligadas a retirarse en los últimos días, se atrincheraron en nuevas posiciones en las que esperan detener el avance ucraniano, según declararon funcionarios ucranianos y rusos.
Los mapas del Ministerio de Defensa ruso presentados el martes también parecían mostrar una rápida retirada rusa de las zonas del este y el sur de Ucrania, donde han estado sometidas a una fuerte presión por la contraofensiva ucraniana.
En el este, las fuerzas ucranianas han ampliado una ofensiva tras capturar el principal bastión ruso en el norte de Donetsk, la ciudad de Limán.
El Mando Operativo Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU) dijo que en algunas partes de la línea del frente, se amplió la zona en poder en hasta 20 kilómetros.
Las fuerzas rusas estaban destruyendo sus reservas de munición y tratando de derribar puentes y cruces para frenar el avance ucraniano, dijeron las FAU en su informe diario. En Jersón, las fuerzas rusas en retirada estaban sembrando minas en las “instalaciones de infraestructura” y en los hogares, indicó.
Con info de Reuters.