El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el martes que las conversaciones de paz con Ucrania habían llegado a un punto muerto, y aprovechó sus primeros comentarios públicos sobre el conflicto en más de una semana para prometer una victoria y para azuzar a Occidente por no haber conseguido doblegar a Moscú.
Al abordar la guerra en público por primera vez desde que las fuerzas rusas se retiraron del norte de Ucrania, tras ser detenidas a las puertas de Kiev, Putin prometió que Rusia lograría todos sus “nobles” objetivos en Ucrania.
En la señal más clara hasta la fecha de que la guerra se prolongará, Putin dijo que Kiev había desbaratado las conversaciones de paz escenificando lo que, según él, eran falsas acusaciones de crímenes de guerra rusos y exigiendo garantías de seguridad para toda Ucrania.
“Hemos vuelto a una situación sin salida para nosotros”, dijo Putin, líder supremo de Rusia desde 1999, en una rueda de prensa durante una visita al cosmódromo de Vostochny, a 5.550 kilómetros al este de Moscú.
A la pregunta de trabajadores de la agencia espacial rusa de si la operación en Ucrania logrará sus objetivos, Putin dijo: “Absolutamente. No tengo ninguna duda”. Rusia, agregó, continuará “metódica y tranquilamente” su operación.
Putin dijo que Rusia no tenía otra opción que luchar porque tenía que defender a los rusoparlantes del este de Ucrania y evitar que su antiguo vecino soviético se conviera en un trampolín antirruso para los enemigos de Moscú.
CONTRA OCCIDENTE
Occidente ha condenado la guerra como una brutal apropiación de tierras de estilo imperial contra un país soberano. Ucrania dice que está luchando por su supervivencia después de que Putin se anexionó Crimea en 2014 y el 21 de febrero reconoció como soberanas dos de sus regiones rebeldes.
Putin desestimó las sanciones de Occidente, que han empujado a Rusia hacia su peor contracción económica desde los años posteriores a la caída de la Unión Soviética en 1991, como un fracaso.
“La Blitzkrieg con la que contaban nuestros enemigos no ha funcionado”, dijo Putin.
Putin, que había sido omnipresente en la televisión rusa en los primeros días de la guerra, se apartó de la vista pública desde la retirada de Rusia del norte de Ucrania hace dos semanas.
Su única aparición pública en la última semana fue en el funeral de un legislador nacionalista, donde no abordó directamente la guerra. El lunes se reunió con el canciller austriaco de visita en una residencia de campo en las afueras de Moscú, pero no se publicaron imágenes del encuentro.
BUCHA ES UN ENGAÑO
Putin tachó de falsas las afirmaciones ucranianas y occidentales de que Rusia había cometido crímenes de guerra.
Desde que las tropas rusas se retiraron de las ciudades y pueblos de los alrededores de la capital ucraniana, Kiev, las tropas ucranianas han estado mostrando a periodistas cadáveres de lo que dicen que son civiles muertos por las fuerzas rusas, casas destruidas y coches quemados.
Reuters vio cadáveres en la ciudad de Bucha, pero no pudo verificar de forma independiente quién era el responsable de los asesinatos. Ucrania dice que Rusia es culpable de genocidio y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha acusado a Putin de crímenes de guerra y ha pedido un juicio.
Putin dijo que había dicho a los líderes occidentales que pensaran un poco en la destrucción por parte de Estados Unidos de la ciudad siria de Raqqa, la antigua capital de facto del califato del Estado Islámico, y en Afganistán.
“¿Han visto cómo esta ciudad siria fue convertida en escombros por la aviación estadounidense? Los cadáveres yacen en las ruinas durante meses descomponiéndose”, dijo Putin. “A nadie le importó. Nadie se dio cuenta”.
“No hubo ese silencio cuando se montaron provocaciones en Siria, cuando acusaron el uso de armas químicas por parte del gobierno de Assad. Luego resultó que era falso. Es el mismo tipo de falsedad en Bucha”.
Putin, que dice que Ucrania y Rusia son esencialmente un solo pueblo, considera la guerra como una confrontación inevitable con Estados Unidos, al que acusa de amenazar a Rusia por inmiscuirse en sus lindes.
Cuando se cumplen sesenta y un años desde que Yuri Gagarin, de la Unión Soviética, saltó a los libros de historia al convertirse en el primer hombre en el espacio, Putin estableció una analogía entre los éxitos espaciales soviéticos y el desafío actual de Rusia.
“Las sanciones eran totales, el aislamiento era total, pero la Unión Soviética seguía siendo la primera en el espacio”, dijo Putin, de 69 años, recordando su propio asombro cuando era un escolar al enterarse del logro.
“No pretendemos estar aislados”, añadió Putin. “Es imposible aislar severamente a nadie en el mundo moderno, especialmente a un país tan extenso como Rusia”.
Con información de Reuters.