El presidente estadounidense Joe Biden llegó el domingo a Ciudad de México donde fue recibido por Andrés Manuel López Obrador, luego de visitar la frontera compartida entre ambas naciones, junto con miembros de su gabinete de seguridad, para asistir a la cumbre de líderes de Norteamérica.

En medio de un fuerte operativo de seguridad, ambos mandatarios sostuvieron un primer encuentro en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) sin emitir un mensaje. Se espera que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, arribe al país, junto con su esposa, el lunes.

Previo a llegar a México, acompañado por agentes de la Patrulla Fronteriza, Biden recorrió una sección del muro que divide a los dos países en El Paso, Texas.

Biden anunció el jueves nuevos planes para bloquear la entrada de inmigrantes cubanos, haitianos y nicaragüenses en la frontera entre Estados Unidos y México, ampliando el abanico de nacionalidades sujetas a ser expulsadas a México, pero no se anticipan nuevos anuncios.

Pero eso no ha impresionado a republicanos como el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien lo acusó de no hacer cumplir las leyes de inmigración.

Yalimar Chirinos, una migrante venezolana de 19 años, muestra un cartel cerca de la frontera entre Estados Unidos y México, en Ciudad Juárez, México. 7 de enero de 2023. REUTERS/José Luis González

“Usted ha violado su obligación constitucional de defender a Estados contra la invasión mediante la fiel ejecución de las leyes federales”, escribió Abbott, un posible candidato presidencial para 2024, en una carta que le entregó a Biden al llegar al estado.

Biden dijo a periodistas que aún no había leído el documento.

Acompañado por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el presidente también visitó el Puente de las Américas, que conecta a Estados Unidos y México, y vio equipos que funcionarios fronterizos usan para detectar drogas ilegales.

Biden espera fortalecer las relaciones con los agentes de la Patrulla Fronteriza, algunos de los cuales se han enfadado por el retroceso de las políticas de línea dura por parte de la Casa Blanca.

Es poco probable que el objetivo a largo plazo de que el Congreso reforme el sistema de inmigración de Estados Unidos tenga éxito dado que los republicanos han asumido recientemente el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Los legisladores de derecha han torpedeado repetidamente las propuestas de reforma migratoria de Estados Unidos durante las últimas dos décadas.

Biden envió al Congreso un plan de reforma migratoria en su primer día en el cargo hace dos años, pero fracasó debido a la oposición de los republicanos, quienes también bloquearon su solicitud de 3.500 millones de dólares para reforzar la vigilancia fronteriza.

Los republicanos están impulsando sus propios planes para la frontera después de asegurar una estrecha mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas de 2022.

Mayorkas dijo el domingo que las crisis internacionales y el estancamiento legislativo limitaron la capacidad de Biden para reducir la cantidad de inmigrantes que se dirigían a Estados Unidos.

“Estamos lidiando con un sistema roto”, dijo el funcionario a periodistas a bordo del Air Force One de camino a Texas.

Funcionarios fronterizos estadounidenses arrestaron a un récord de 2,2 millones de migrantes en la frontera con México en el año fiscal 2022 que finalizó en septiembre, aunque la cifra incluye a personas que intentaron cruzar varias veces.

UN PROBLEMA QUE NO DESAPARECERÁ

Al mismo tiempo que amplió su autoridad para expulsar a los migrantes, Biden abrió el jueves nuevas vías legales y limitadas de ingreso al país para cubanos, nicaragüenses y haitianos, lo que permitió que hasta 30,000 personas de esos tres países más Venezuela ingresaran a la nación por vía aérea cada mes.

Si bien recibió elogios de algunos grupos industriales estadounidenses desesperados por resolver la acuciante escasez de mano de obra, las medidas del mandatario generaron críticas de activistas y algunos demócratas que dicen que las nuevas restricciones son un retroceso.

Mayorkas rechazó la idea de que Biden estaba reviviendo las medidas drásticas de la era Trump.

“No es una prohibición en absoluto”, dijo. “Es marcadamente diferente de lo que propuso la administración Trump”.

Sobre el terreno en El Paso, los migrantes recibieron la nueva política con temor.

David Guillén, un migrante venezolano de 43 años, pidió a Biden perdón para él y otros inmigrantes de la misma nacionalidad que ingresaron ilegalmente al país, muchos de los cuales ahora duermen afuera de una iglesia en El Paso, temerosos de ser arrestados y deportados si intentan viajar a otra ciudad.

“Cometimos un error (…) pero no un error malo”, mencionó.

De Reuters.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí