La presidenta de Perú, Dina Boluarte, anunció el viernes el “retiro definitivo” del embajador peruano en México y las relaciones diplomáticas entre ambos países quedarán solo a nivel de negocios, debido a las declaraciones del mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador contra el Gobierno de Lima.
Boluarte, en breve mensaje a la nación, dijo que López Obrador ha privilegiado su “afinidad ideológica” al defender al destituido exmandatario peruano izquierdista Pedro Castillo, que intentó en diciembre de manera ilegal disolver el Congreso.
“Con sus declaraciones el señor López viola el principio del derecho internacional sobre la no injerencia en asuntos internos, así como aquellos referidos a la defensa y promoción de la democracia”, afirmó.
El presidente mexicano calificó el viernes una vez más a Boluarte, en una conferencia en México, como una gobernante “espuria” y reiteró su apoyo al expulsado exmandatario Castillo, que cumple una prisión preventiva de 18 meses mientras la fiscalía peruana lo investiga por presunta rebelión.
La presidenta peruana dijo que López Obrador “ha decidido afectar gravemente las bicentenarias relaciones de respeto mutuo” entre Perú y México, al priorizar sus preferencias políticas que están afectando importantes procesos de integración como la Alianza del Pacífico.
López Obrador se ha negado a traspasar a Perú la presidencia pro témpore de la Alianza del Pacífico, un bloque comercial y económico conformado además por Colombia y Chile, pese al reclamo de la presidenta peruana Boluarte.
“Teniendo en cuenta lo anterior, he dispuesto el retiro definitivo de nuestro embajador en los Estados Unidos Mexicanos y de esta manera las relaciones diplomáticas entre el Perú y México quedan formalmente a nivel de encargados de negocios”, manifestó Boluarte en su mensaje televisado.
El gobernante mexicano ha sido uno de los más críticos en América Latina respecto a la destitución el 7 de diciembre del exmandatario peruano Castillo, a cuya familia ofreció posteriormente asilo, causando una crisis diplomática que llevó a Lima a expulsar en diciembre al embajador del país norteamericano en Perú.
La destitución de Castillo ha provocado una ola de protestas sociales que han dejado unos 60 muertos. Los manifestantes peruanos reclaman la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso, elecciones adelantadas y una nueva Constitución.
RESPUESTA DE MÉXICO
Por su parte, “el Gobierno de México mantendrá su nivel de representación diplomática y consular para promover los vínculos entre nuestros pueblos”, dijo la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
En el mismo documento, la Secretaría lamenta la decisión de Perú de reducir las relaciones diplomáticas entre los países y aboga por mantener abiertos los canales de comunicación diplomáticos.
López Obrador ha sido uno de los dirigentes latinoamericanos más críticos con la destitución y arresto del exmandatario izquierdista peruano Pedro Castillo, quien intentó disolver el Congreso de forma ilegal y reorganizar el Poder Judicial.
En una conferencia el viernes, el presidente mexicano reiteró su apoyo a Castillo remarcando que había sido derrocado de forma ilegal y también señaló a Boluarte como una gobernante “espuria”.
De Reuters.