Baja California se jacta de tener la mejor industria pesquera y los mejores productos de mar de todo el país. Sin embargo, los buzos y pescadores que son parte importante de esta cadena suelen ser los más olvidados, trabajando en condiciones deplorables que les ha costado incluso la vida.
De eso trata la obra, aún inédita, ‘Los pescadores de la isla El Muerto’, del periodista y docente Omar Millán González, originario de Tijuana, la cual en recientes días recibió el Premio Bellas Artes de Crónica “Carlos Montemayor” 2022, y que probablemente sea publicado para finales de este año o principios de 2023.
Una tragedia que ha pasado desapercibida
Omar Millán compartió en entrevista que su obra está centrada en un viaje que realizó mientras investigaba la muerte de 32 buzos pescadores en un arrecife en la zona de la isla El Muerto, y que le llamó la atención al ver que era una tragedia que ni las autoridades ni los medios de comunicación prestaron atención en ella.
Cuando se enteró, se encontraba editando su libro anterior ‘El marciano y la langosta (Trilce Ediciones, 2017) y lo pensó como un capítulo más del libro, sin embargo, por la extensión ya no le fue posible.
Pensó en publicarlo en una revista, pero tampoco tuvo cabida y en su editorial no había presupuesto, derivado de la pandemia, así que su última opción fue meterlo al concurso.
“Obviamente me da alegría el premio, pero lo que me emocionaba más era que se diera a conocer esta problemática. Era esa parte en la que sientes que ya van a publicar esa historia que piensas que es muy buena, que debe conocerla el público y que se tiene que hacer algo para resolverlo”, dijo.
Millán tuvo el interés de ir a investigar la situación con los buzos pesqueros, para lo cual platicó con familiares y amigos y personas que sobrevivieron a la descompresión que llevó a la muerte de los 32 buzos.
“Ni los medios, ni las autoridades y ni la comunidad pesquera tenían conocimiento del tema, y como este tipo de sucesos no quedan registrados en la Fiscalía, no se investigan y quedan inmersos en este mar de homicidios y la violencia, a pesar de es algo tan grave (sic) y que significa una de las mayores tragedias de la industria pesquera en Baja California”, resaltó.
Precariedad laboral en pescadores
Omar Millán refiere que para esta historia pensó en esto de que el periodismo debe voltear a la gente, saber qué está viviendo, y la figura que se le hacía muy paradójica era la del pescador, porque “tiene una enorme importancia” en la industria pesquera de Baja California.
“Es una industria que deja una derrama económica de más de 100 millones de dólares, que la mayor parte de los productos marinos son los mejores de todo el país e históricamente se están exportando a Estados Unidos, Japón y los principales restaurantes gourmet de Europa y la figura del pescador es la más invisible de toda esa cadena”, señaló.
El también docente recalcó que en esta región del Pacífico hay en particular un producto muy cotizado, la almeja callo de hacha con la cual se hace una variedad de comidas.
“Es muy demandado, pero normalmente la gente va a comer y no sabe de qué manos fueron las que extrajeron ese producto y ahí son buzos que están arriesgando su vida sin ninguna seguridad social, con la necesidad de estar trabajando diario, meterse a altamar y entrar a una profundidad de 130 pies a la que no deben de entrar”.
“Sin embargo lo hacen, porque ahí está el producto, es una profundidad en la que pueden estar máximo 40 minutos y ellos lo hacen por hora y media, de ahí esta serie de accidentes, de esta muerte de los 32 buzos que han pasado desapercibidas, pero ahí están”.
De acuerdo con Millán, en Baja California hay más de 70 varaderos o puertos donde todos los días salen pescadores al mar y no hay ninguna autoridad que diga cuántos regresaron, no hay registro que diga cuántos van a pescar y cuántos regresan, y todo eso está registrado en su obra.
Medios han perdido contacto con la comunidad
Para el periodista, es lamentable que este tipo de historias y tragedias pasen desapercibidas por los medios de comunicación y que se esté perdiendo ese contacto con la comunidad, porque ahora, dice, la prensa se ha centrado solamente en la política y el narcotráfico, lo cual no define como país ni sociedad.
Lamentó también que los medios ya no le apuestan a la investigación, al reportaje; “es una lucha inútil contra las redes sociales, confundir la inmediatez con el periodismo oportuno”.
Finalmente, compartió que como profesional le queda la satisfacción de poder crear esta obra y que tenga ese reconocimiento, pero como ser humano resaltó que le queda la comprensión sobre qué es la vida, porque siente que toda crónica o reportaje de profundidad “debe explicarte qué es la vida para hacerte más humano”.
“Es hacerte más sensible a las otras personas y saber qué está sintiendo la comunidad, en este caso las figuras de los pescadores porque hay decenas de comunidades pesqueras por todo el pacífico y están viviendo en estas condiciones”, puntualizó.
