De las 19 nominaciones para “Noche de fuego”, de Tatiana Huezo, ganó 7 premios Ariel: Mejor Película, Guión Adaptado (Huezo), Mejor Fotografía (Dariela Ludlow), Coactuación Femenina (Mayra Batalla), Maquillaje (Roberto Ortiz y Ana Flores), Sonido -Lena Esquenazi (diseño sonoro), Federico G. Jordan (sonido directo), Paulo Gama (mezcla de sonido)- y Efectos Especiales (Ricardo Arvizu Jr.)
Entre la denuncia de Leticia Huijara, presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), de que esta instancia “no cuenta con recursos”, el énfasis de la igual intérprete Diana Bracho, quien recibió el Ariel de Oro, de que “sin cultura no hay país”, y la manifestación del director de cine Alonso Ruizpalacios de que “la militarización no es le camino”, se llevó a cabo la 64 edición de la entrega de los premios Ariel en el Antiguo Colegio de San Ildefonso de manera física tras dos años de pandemia.
La sorpresa fue que “Una película de policías” obtuvo 6 estatuillas: Mejor Dirección (Alonso Ruizpalacios), Mejor Largometraje Documental, Guión Original (David Gaitán y Ruizpalacios), Mejor Actriz (Mónica del Carmen), Mejor Actor (Raúl Briones) y Mejor Edición (Yibrán Asuad).
En tanto que “Los minutos negros”, de Mario Muñoz se llevó Diseño de Arte (Ivonne Fuentes Mendoza), Vestuario (Abril Álamo) y Coactuación Masculina (Kristyan Ferrer).
Por su parte, “Nudo mixteco”, de Ángeles Cruz, recibió Mejor Ópera Prima. “Un rescate de huevitos”, de Gabriel Riva Palacio Alatriste y Rodolfo Riva Palacio Alatriste, que no tuvo rival alguno, le tocó Mejor Largometraje de Animación.
Revelación Actoral recayó en Adrián González por “Blanco de verano”, de Rodrigo Ruiz Patterson, mientras que “Cosas imposibles”, de Ernesto Contreras logró Música Original (Andrés Sánchez Maher, Gus Reyes).
Cabe destacar que en el área de Maquillaje hubo un empate con “El exorcismo de Carmen Farías”, de Rodrigo Fiallega. Efectos Visuales fueron para “Aztech” (Flavio Pedota, John Blásquez, Santiago OrtízMonasterio, Zack Rodríguez, Max Blásquez y Aaron Valenzuela).
“El buen patrón” (España), de Fernando León De Aranoa, quedó como Mejor Película Iberoamericana. Y los cortometrajes reconocidos fueron “Tío” (Animación), de Juan J. Medina; “Flores de la llanura” (Documental), de Mariana X. Rivera y “El sueño más largo que recuerdo” (Ficción), de Carlos Lenin.
Desgaste sin precedente en la industria
Huijara, titular de Academia, subrayó que en esta edición del Ariel “celebramos la diversidad del cine que nos conforma como industria”.
Siguió:
“Hemos visto crecer la exigencia de una verdadera paridad y equidad de género donde más que nunca nos preocupa la violencia, la impunidad en una sociedad profundamente lastimada que nuestro cine refleja con toda crudeza y claridad.
“La cultura a pesar de que se le reconoce como uno de los motores del desarrollo, el brutal recorte a los presupuestos ha generado un desgaste sin precedente de las instituciones y de los trabajadores independientes, la precarización del trabajo, la falta de seguridad social, la inseguridad en el empleo, los cuales son problemas que también tocan al cine y a sus creadores”.
Citó lo acordado en la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (MUNDIACULT 2022), celebrada en México:
Se concluyó en esa reunión que los derechos culturales deben ser incluidos en las políticas públicas y se establece que el Estado preserve y fortalezca la financiación de la cultura con el objetivo de asignar un presupuesto nacional que aumente progresivamente, es en este contexto que la AMACC ha manifestado la urgencia de presentar ante el Congreso la propuesta de modificaciones a la Ley Federal de Cinematografía”.
Al instante delató con un nudo en la garganta:
“Como muchas otras organizaciones de la sociedad civil, hoy la AMACC no cuenta con recursos para poder operar y seguir trabajando como lo ha hecho hasta ahora , debemos hacer una pausa, explorar caminos alternos para continuar. Hacemos un llamado a cerrar filas, a cuidar de la Academia como un sueño imaginado por cineasta como un bien de todos, como la casa de todos. ¡Larga y luminosa vida al cine mexicano!…”.
Por su parte Diana Bracho expresó tajante:
“La falta de recursos económicos duele y limita el crecimiento del cine pero el ímpetu creativo vence muchas veces esa carencia, con imaginación, trabajo y disciplina. Está demostrado que el cine sigue adelante y esta más vivo que nunca.
“Sin duda alguna lo que más lastima a nuestra comunidad es el desinterés, el abandono y el desconocimiento del enorme valor cultural del cine. El cine es nuestro mejor embajador, y el apoyo a la cultura es una necesidad”.
Y subrayó:
“Sin cultura no hay país…”.
Con info de Apro.