El monumental proyecto de un grafitero francés en la cima de una montaña pretende fomentar un enfoque más contemplativo de la vida inspirando el asombro infantil ante las nubes que pasan a la deriva.
La pintura de 1.500 metros cuadrados “Un nouveau souffle” (“Un nuevo impulso a la vida”, en español) del artista francés Saype, de 32 años, adorna la cima del pico Moléson, en los Alpes suizos occidentales.
Utilizando pinturas biodegradables hechas con pigmentos naturales como el carbón y la tiza, representa a un niño soplando burbujas en una zona conocida por sus nubes, tratando de reflejar el vínculo con la observación del cielo por parte de los niños, dijo a Reuters.
“Creo que estamos en un mundo que es súper pesado y necesitamos un poco de ligereza y creo que las nubes son también un poco el sueño, la imaginación”, dijo.
“Cuando éramos niños siempre imaginábamos formas en las nubes. Y creo que ahora también es un momento en el que debemos respirar y -también con ligereza- reaprender a crear mediante el ensueño el mundo del mañana”, agregó.
Conocido por sus enormes obras de grafiti sobre la hierba, que se ven mejor desde el aire, Saype también ha adornado lugares que van desde un empobrecido barrio de chabolas en Sudáfrica hasta el césped frente a la sede europea de las Naciones Unidas en Ginebra.
Con información de Reuters.