La Organización Mundial de la Salud (OMS) envió a un equipo de científicos al norte de Sudán del Sur, África, porque detectaron una misteriosa enfermedad no identificada que ha matado al menos a 89 personas en Fangak, en el estado de Jonglei.

 

“Decidimos enviar a un equipo de respuesta rápida para que fuera a realizar una evaluación de riesgos y una investigación. Entonces podrán recoger muestras de los enfermos, pero provisionalmente la cifra que obtuvimos fue de 89 muertos”, señaló ayer la experta de la OMS, Sheila Baya, a la BBC Mundo.

Las muertes se reportaron en los lugares donde más de 700 mil personas resultaron afectadas por las extremas inundaciones que afectaron la zona, las peores en más de 60 años. Por eso, los científicos tuvieron que llegar en helicóptero y planearon volver este mismo miércoles 15 a la capital del país, Yuba.

Desde octubre comenzó a reportarse la misteriosa enfermedad y, según medios locales, los síntomas son: diarrea, fiebre alta, dolores articulares, vómitos, debilidad corporal y pérdida del apetito.

Un funcionario de salud local indicó que las pruebas preliminares dieron resultados negativos al cólera, y el comisionado del condado, Boutrus Biel, destacó que la misteriosa enfermedad podría ser transmitida por el agua o estar relacionada con un derrame de petróleo registrado en el área afectada.

“El agua está contaminada por lo que parece ser petróleo. Hasta ahora no podemos saber si las muertes están relacionadas con la reciente explosión de petróleo en Ayod o la muerte es por otras enfermedades causadas por las inundaciones”, indicó al medio local Sudan Post.

El Ministerio de Sanidad de Sudán del Sur señaló que, de los 89 pacientes, la mayoría eran personas de la tercera edad y niños.

Por su parte, el ministro de Tierras, Lam Tunwar Kueigwong, comentó “que las graves inundaciones aumentaron la propagación de enfermedades como la malaria y causaron desnutrición en los niños por la escasez de alimentos, además de que los campos de concentración de petróleo contaminaron el agua y provocaron la muerte de animales domésticos”, publicó New York Post.

“Estamos extremadamente preocupados por la desnutrición, con niveles de aguda a severa, dos veces mayor que el umbral de la OMS. El número de niños ingresados en nuestro hospital con desnutrición severa se duplicó desde el inicio de las inundaciones”, expresó la organización benéfica internacional que opera en la zona africana “Médicos Sin Fronteras”, que prepara una clínica móvil en Rubkona.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) señaló que el culpable era el cambio climático.

Con información de Proceso.

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