La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) pidió una cita “urgente” con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete de Seguridad para encontrar “soluciones concretas e inmediatas” que frenen la espiral de violencia e impunidad contra los periodistas.
Tras destacar que con los cuatro asesinatos de periodistas registrados en agosto México acaba de batir “un sórdido récord” que ubica al 2022 como el año más mortífero “jamás vivido por la profesión en el país”, RSF destacó que el “drama” exige “acciones urgentes por parte del gobierno”.
“La lista de periodistas asesinados en México es espeluznante y parece alargarse inexorablemente sin que el gobierno federal, ni las autoridades locales se hagan cargo de la dimensión del problema, ni tomen decisiones valientes”, afirmó Emmanuel Colombié, director de la Oficina de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en América Latina.
Añadió que, frente al “dramático récord”, resulta urgente refundar los mecanismos de prevención de riesgos, de protección y de justicia, así como instaurar una política integral y duradera, “que permita garantizar la seguridad de los profesionales de la información, cuyo papel es crucial para la democracia mexicana”.
La organización extendió su llamado a los gobernadores de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla; de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez; de Guerrero, Evelyn Salgado, y de Sonora, Alfonso Durazo, para reforzar sus mecanismos de protección para la prensa e identificar a los autores materiales e intelectuales de los asesinatos registrados estos últimos años en sus estados.
RSF recalcó que, con 14 periodistas asesinados en apenas ocho meses, de los cuales al menos 10 están relacionados con su labor informativa, “México vive el año más mortífero para la prensa de su historia”.
Precisó que, desde el inicio del mandado de López Obrador, ha censado al menos 36 asesinatos de periodistas y dos desapariciones: las de Jorge Molotzin Centlal y Pablo Felipe Romero Chávez, en 2021, en Sonora.
La organización refirió que la mayoría de asesinatos de periodistas se concentran en los estados “especialmente gangrenados por la corrupción y el crimen organizado”: Michoacán, Sonora y Veracruz, con cinco casos cada uno, y la impunidad es casi total.
“En 2022, por cuarto año consecutivo, México es el país más peligroso y más mortífero del mundo para los periodistas, por delante de países en guerra como Ucrania (ocho casos) o Yemen (tres casos). A pesar del vértigo que causan estas cifras, de los catorce periodistas asesinados este año, el presidente López Obrador solo ha condenado públicamente cinco”, criticó RSF.
En el caso del más reciente asesinato de un periodista, el de Fredid Román, el 23 de agosto, RSF señaló que el director editorial del diario Vértice, donde Fredid era columnista dijo que “no había comunicado amenazas vinculadas con su trabajo, ni formaba parte de ningún mecanismo de protección oficial”.
Sin embargo, refirió que el sobrino de Fredid ha señalado públicamente como responsable del asesinato a la banda criminal local Los Ardillos, que, según él, había amenazado varias veces de muerte recientemente a su tío.
“Se da la circunstancia, además, de que el 1 de julio de 2022, el hijo de Fredid Román fue asesinado también en Chilpancingo. Las autoridades locales han asegurado que están investigando el vínculo entre los dos casos”, señaló RSF que enumeró en su comunicado los nombres de los periodistas asesinados en lo que va del año.
Con información de Proceso.