La posición del Gobierno de México frente a las personas y grupos que buscan atravesar el país para llegar a la frontera norte y posteriormente a Estados Unidos continúa siendo la de servir como barrera.
Para Rodolfo Cruz Piñeiro, director del Departamento de Estudios de Población de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), esto es algo visible.
“Me parece que sigue esta lógica de lo que México ha sido los últimos años. México está siendo parte de un juego político regional, y en ese sentido México está jugando el rol de ser un país, un territorio de contención de los flujos migratorios de Centro y Sudamérica hacia Estados Unidos”, afirmó.
El requerimiento de visas para ciudadanos de ciertos países de Centroamérica y Sudamérica parece obedecer a la intención de frenar a los que intenten conseguir el “sueño americano”.
Para personas de El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Brasil, Venezuela, Ecuador y Surinam, es necesario contar con visa para entrar a México.
“Es un arreglo me parece un tanto obvio entre los gobiernos de México y Estados Unidos, lógicamente ellos negocian para hacer ese tipo de arreglos, no hay ninguna otra razón, ni económica, ni política, del porque ahora se decide plantar el visado para ciertos países sudamericanos”, subrayó Cruz Piñeiro.
Pese al intento de aminorar la migración, el académico prevé que este flujo continuará, siendo algo que se visibiliza en la frontera de Tapachula, donde cada dos días sale una caravana migrante, según refirió.