El delito más visible en México es el homicidio. Del 2017 al 2021 se han registrado más de 36 mil asesinatos por año sin que gobiernos municipales, estatales o federales sepan darle solución a esta seria problemática de inseguridad que persiste e impera en casi todas las regiones del país.
Este panorama de violencia, puesto en comparación con otros Estados del Mundo, hace más notorios los peligros que viven cientos de mexicanos a diario, según lo detallado por el especialista en temas de seguridad, Alejandro Hope, el cual estuvo presente en la reunión del Grupo 21 Tijuana.
“En México se cometen en tres días el mismo número de homicidios que en España en un año, en la ciudad de Tijuana se cometen más homicidios que en el Reino Unido y Francia juntos”, apuntó.
De 1990 al 2018 en España el promedio de crímenes por cada 100 mil habitantes fue de 1, mientras que en el país pasó de 17 a 28 de 1990 al 2020, señalan cifras del Banco Mundial.
En la comparativa de Tijuana con el Reino Unido y Francia, el municipio tiene un evidente número de asesinatos que superan las estadísticas de esos dos países europeos.
Estos cuentan un solo crimen por cada 100 mil habitantes, en cambio, en Tijuana se contabilizaron 103 muertes por cada 100 mil ciudadanos, esto durante el año pasado, de acuerdo a datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C.
Hope dijo que los más afectados por este tipo de violencia son los hombres del país, al ser a los que asesina de manera frecuente.
“En México la primera causa de muerte entre hombres de 15 a 49 años es el homicidio, tenemos un problema muy serio y es un problema que lo hemos vivido por mucho tiempo”, subrayó.
Con una tasa de homicidios 10 veces superior al promedio de los 38 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México muestra su deficiencia para combatir el crimen, manifestó este último.
Incluso, añadió, la comparación regional tampoco nos deja bien parados, luego que se esté arriba de Colombia, Brasil y Guatemala en el renglón de asesinatos.
El problema tiene un origen multifactorial, como son el socioeconómico, la desigualdad, la falta de distribución de competencias entre Municipios, Estados y Federación, así como un adecuado proceso para resolver los homicidios, de acuerdo al analista en seguridad.
Sobre el primer punto, dijo que se asevera que la carencia económica está directamente ligada con la ejecución de delitos, sin embargo, advirtió, no siempre es así.
“La inmensa mayoría de las personas pobres, desempleadas, marginadas, excluidas, no cometen delitos y muchos menos delitos violentos, en todo momento y en todo lugar el delito y la violencia son fenómenos de minorías, de muy pequeñas minorías en algunos casos”, enfatizó.
Por otro lado, los servidores públicos han dejado mucho qué desear en su desempeño. Las llamadas estrategias de colaboración entre las diferentes estructuras de gobierno han fallado.
“No queda claro qué le toca hacer a cada quien, y eso genera un incentivo a trasladar la responsabilidad a terceros, a que las autoridades no asuman la parte que les toca y esto lleva a una asignación deficiente de recursos, a líneas de responsabilidad cruzadas y lleva a una reducción de la rendición de cuentas”, aseguró.
En México no pasa nada, no hay consecuencias a figuras como un fiscal o un secretario de seguridad pública que no haya cumplido con la tarea encomendada, esto en gran parte por los débiles mecanismos de supervisión, control y fiscalización internos y externos de las instituciones, según palabras de Alejandro Hope.
Así mismo, refirió que las comisiones de seguridad pública en los congresos o cabildos locales no tienen “dientes”, dando como resultado que los problemas no se resuelvan, las instituciones no cambien y no exista una mejora de procesos.
En el renglón de las investigaciones de homicidios y otros delitos, calificó de raquítica la inversión destinada a seguridad nacional, al solo etiquetarse el 1.5% del PIB, la mitad de lo que gastan los países de la OCDE.
“Se nota en la escasez relativa de policías, se nota en los bajos sueldos de los policías, en el equipamiento insuficiente: el 80% de los policías de este país tienen que poner de su bolsa para cubrir parte del equipamiento que necesitan”, subrayó.
El pobre presupuesto también genera un reducido número de agentes de ministerios públicos, provocando que cientos de casos continúen archivados y acumulados, y que peritajes que pueden tomar semanas o hasta meses.
Todas estas deficiencias persisten, agravando aún más la ola homicida en México, misma que continua en este 2022.
De enero a mayo del año en curso se han perpetrado 12 mil 737 crímenes en el territorio nacional, mientras que Tijuana suma al día de esta publicación 962 casos.
Hay pues, una evidente involución en el sistema de seguridad y justicia del Estado Mexicano, según Hope, siendo esto el principal factor para que la violencia homicida se reproduzca sin tregua a lo largo del país.