“Me siento bien gracias a Dios porque estoy vivo, en parte un poco triste”, dijo a Reuters Enrique Manzanares, un migrante nicaragüense que más temprano volvió a México bajo el MPP, o conocido también como “Quédate en México”. El hombre dijo que oficiales estadounidenses le explicaron en qué consistía la disposición y también mostró documentos.
El Gobierno de México condicionó el reinicio del acuerdo a que Washington cumpliera ciertos criterios, entre ellos ofrecer vacunas a los afectados. Los dos primeros migrantes entraron al país a través del cruce fronterizo Ciudad Juárez, frente a El Paso, Texas, según el portavoz de la OIM.
Un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos confirmó que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) comenzó el miércoles la reimplementación del MPP, por mandato judicial en un lugar, sin dar más detalles.
“Por razones de seguridad operativa, el DHS no está compartiendo detalles como la ubicación de los retornos iniciales o el número de personas inscritas”, detalló. Un funcionario que pidió no identificarse dijo a Reuters que el miércoles solo se esperaba el regreso de esos dos migrantes.
El acuerdo ha sido rechazado desde sus inicios por organismos de derechos humanos que argumentan que viola los derechos de los migrantes, especialmente de aquellos que son devueltos a violentas ciudades fronterizas.
“Es un retroceso en política migratoria entre México y Estados Unidos, una muestra que el poder de Trump sigue pesando en el Congreso y Corte estadounidense, aún más que las promesas de Biden”, dijo a Reuters Misael Hernández, experto en temas migratorios por el Colegio de la Frontera Norte (Colef).
Con información de Reuters.