“La caja”, una película mexicana que compite por el máximo galardón en el Festival de Cine de Venecia, lleva a los espectadores al interior de los talleres textiles para arrojar luz sobre la explotación laboral a través de los ojos de su protagonista, un adolescente.
La película, del director venezolano Lorenzo Vigas, se centra en el joven Hatzin, quien ha ido a recoger los restos de su padre, una de las innumerables personas que desaparecen repentinamente en el norte de México para ser encontradas en una fosa común.
De camino a casa, Hatzin se encuentra con Mario, un hombre que se parece a su padre y, a regañadientes, toma al chico bajo su protección.
Hatzin parece haber logrado sentido de pertenencia, pero descubre que Mario se gana la vida contratando gente desesperada para trabajar en las maquiladoras que salpican el paisaje árido.
“Estamos en guerra con China”, dice uno de los socios de Mario a los posibles trabajadores que está seleccionando al costado de la carretera. “El problema es que las niñas chinas tienen manos pequeñas y son muy rápidas”.
“La caja” es el cierre de la trilogía de Vigas sobre las tensas relaciones entre padres e hijos. Su película anterior, “Desde allá”, se llevó el primer premio en Venecia en 2015.
Dijo que trabajar en fábricas como las que se muestran en la película, con fila tras fila de empleados trabajando en máquinas de coser y prensas de vapor para hacer jeans, es la única forma de llegar a fin de mes para muchos mexicanos.
“Todos en el norte de México dependen de las fábricas”, dijo Vigas a Reuters en una entrevista. “No digo que todas las fábricas traten mal a la gente, pero tienes fábricas que encarcelan a sus trabajadores, mucho peor de lo que ves en ‘La Caja'”.
Vigas rodó la película en el estado de Chihuahua, en el norte de México, donde las bandas de narcotraficantes abundan y se les puede culpar fácilmente por la repentina desaparición de quienes trabajan en las maquiladoras.
La violencia sin sentido en la vida cotidiana también es un tema de fondo de “Sundown”, otra película mexicana que se proyecta en la competencia principal de Venecia del director Michel Franco.
Protagonizada por Tim Roth y Charlotte Gainsbourg, la película sigue a los miembros de una familia británica adinerada que está de vacaciones en Acapulco, donde los sicarios llegan en barco para matar a sus objetivos y se ve a soldados armados patrullando las playas.
“Como mexicano, te acostumbras a escuchar sobre la violencia todos los días”, dijo Franco a Reuters.
“Estoy muy en contra de la idea de decir que es normal, que es parte de nuestras vidas. No debería serlo. Así que el cine es una buena manera de iniciar una conversación sobre cómo no debería ser parte de nuestras vidas”, añadió.
Con información de Reuters.