Las tensiones en Haití aumentaron el sábado por la falta de ayuda a las áreas remotas del empobrecido país caribeño, afectado por un devastador terremoto que la semana pasada causó la muerte de más de 2.000 personas.

Muchos haitianos cuyos hogares y medios de vida fueron destruidos por el terremoto de magnitud 7,2 que se produjo el 14 de agosto dijeron que no estaban seguros de cómo empezar a reconstruir.

La exasperación por el tiempo que está tardando en llegar la ayuda comenzó a desbordarse el viernes, cuando los residentes atacaron camiones de ayuda en varias localidades del sur de la nación.

También estalló un enfrentamiento luego de que el expresidente Michel Martelly visitara un hospital local en la ciudad de Les Cayes, donde uno de los miembros de su equipo dejó un sobre con dinero que desencadenó una violenta revuelta.

“Estamos preocupados por el deterioro de la situación de seguridad que puede interrumpir nuestra asistencia a los haitianos vulnerables. Estamos hablando con las autoridades y todos los actores para tratar de prevenir esto”, dijo Pierre Honnorat, director del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Haití.

La cifra oficial de muertos por el terremoto asciende a 2.189 personas, y se estima que 332 personas siguen desaparecidas. Los residentes de las ciudades de la campiña rural del sur todavía están buscando cadáveres que se cree que yacen debajo de los escombros.

Decenas de miles de casas están en ruinas, dejando a muchas familias sin otra opción que dormir afuera a pesar de los aguaceros torrenciales por la noche.

La temporada de huracanes en el Caribe se extiende hasta fines de noviembre, y el primer ministro Ariel Henry advirtió a los residentes que se preparen para más tormentas.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo en Twitter que el buque naval USS Arlington se dirigía a Haití con helicópteros y recursos para ayudar en los esfuerzos de ayuda.

Varios países, incluido Estados Unidos, ya han enviado equipos de ayuda y rescate.

La agencia de la ONU para la infancia, UNICEF, dijo que su primer envío de 9,7 toneladas de suministros médicos y de agua e higiene llegó el viernes a la capital, Puerto Príncipe, y se espera que desembarquen otras 30 toneladas de suministros en los próximos días.

Mientras tanto, un equipo de búsqueda y rescate de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) partió desde Puerto Príncipe el sábado por la mañana para ayudar en la zona del terremoto.

Llegar a las zonas más afectadas se ha visto obstaculizado por deslizamientos de tierra y daños en una carretera. Los enfrentamientos entre pandillas han complicado los viajes entre Puerto Príncipe y el sur del país, donde se han destruido los cultivos y el acceso al agua potable.

Con información de Reuters.

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