ROMA, 20 sep (Reuters) – Los italianos tenían una doble cita con las urnas el domingo para votar en varios comicios locales y un referéndum, con la coalición de gobierno sometida a su primera prueba electoral desde la crisis del coronavirus.
Los electores han aprobado en gran medida la gestión de la pandemia por parte del primer ministro Giuseppe Conte, pero las recientes encuestas de opinión sugieren que esto no ayudará a sus aliados de coalición en las votaciones para elegir a los líderes de siete regiones y a los alcaldes de casi 1.000 ciudades.
Se espera que la oposición de derecha liderada por la Liga de Matteo Salvini gane por lo menos cuatro de las regiones en disputa, pudiendo hacerse incluso con la Toscana, tradicional bastión de izquierda.
Un golpe a los partidos en el poder reforzaría a la Liga y a sus aliados, pero la mayoría de los analistas dicen que es poco probable que provoque un colapso del Gobierno en plena crisis del coronavirus, cuando el país prepara un presupuesto crucial para 2021.
Las elecciones se llevarán a cabo en dos días y las encuestas a pie de urna se publicarán a la 1300 GMT del lunes, cuando se cierren las urnas.
El Movimiento 5 Estrellas y el Partido Demócrata de centroizquierda presentan candidatos por separado en casi todas las regiones, reduciendo sus posibilidades contra un centroderecha unido.
El Movimiento 5 Estrellas, que no gobierna ninguna de las 20 regiones de Italia, tiene sus esperanzas puestas en la única votación que se realizará a escala nacional, un referéndum que defiende reducir el número de parlamentarios desde los actuales 945 hasta 600.
Las primeras horas se desarrollaron sin problemas a pesar de las preocupaciones sobre posibles retrasos debido a las normas de distanciamiento social impuestas por el coronavirus.
“El presidente del colegio electoral y el personal fueron muy claros sobre las reglas. Puede que se tardara 15 segundos más en votar, pero todo fue bien”, dijo el profesor universitario Carlo Di Giovine, de 69 años, después de votar en el referéndum en Roma.
Se espera que el centroizquierda pierda el control de las Marcas, región del centro de Italia, así como de Apulia, en el sur, aunque mantendrá Campania. Probablemente la de la Toscana vaya a ser una competición disputada hasta el último momento.
La derecha debería mantener con facilidad el poder en las dos regiones del norte donde gobierna actualmente, Liguria y Veneto. La séptima región en juego es el diminuto Valle de Aosta, de habla francesa, que tiene su propio sistema de partidos.