SEÚL, 25 sep (Reuters) – Corea del Norte expresó el viernes su pesar por haber matado a tiros a un hombre surcoreano para evitar la propagación del coronavirus, dijo el asesor de Seguridad Nacional del Gobierno de Seúl, en medio de una creciente indignación pública y política.
El Departamento del Frente Unido del Norte —que se ocupa de los vínculos transfronterizos— envió una disculpa por carta al presidente surcoreano Moon Jae-in un día después de que Seúl informase del asesinato del funcionario de pesca surcoreano, cuyo cadáver fue rociado con gasolina y prendido.
Moon se enfrenta a presiones políticas por el incidente, que coincidió con un nuevo impulso para tomar medidas contra Pionyang.
Según la misiva, Kim Jong Un solicitó que se transmitiera a Seúl que “lamentaba profundamente el incidente inesperado y desagradable ocurrido en nuestras aguas”, dijo Suh Hoon, consejero del Gobierno surcoreano.
“La carta fue una rápida respuesta a nuestras peticiones e incluía una explicación del incidente, una disculpa y promesas para evitar que se repitiera”, agregó.
Los dirigentes de Corea del Norte esperan que el incidente no socave los recientes esfuerzos por fomentar la confianza entre ambos países, continuó Suh, al tiempo que añadía que Moon y Kim habían intercambiado cartas este mes con la esperanza de mejorar las relaciones.
Moon, por su parte, elogió la “fuerte resolución de Kim para salvar vidas” y controlar la propagación del virus, indicaron desde la oficina del Gobierno surcoreano.
El presidente de Corea del Norte había dicho días antes, el 12 de septiembre, que Moon ganaría la batalla contra la epidemia de COVID-19 y que, tras ello, sucederían “cosas buenas”.
DETERIORO DE LAS RELACIONES
Desde 2018, los líderes han celebrado tres cumbres y firmado varios pactos para aliviar la tensión entre los dos países. Las relaciones, sin embargo, han empeorado desde que el año pasado se anulase la reunión entre Washington y Pionyang, en la que Seúl se había ofrecido como mediador.
La muerte del hombre, un funcionario de pesca que había desaparecido a principios de semana, conmocionó a muchos surcoreanos, desatando una feroz reacción de la oposición y parte de la ciudadanía, lo que provocó una respuesta inusualmente dura de Moon, que calificó el acto de “imperdonable”.
La noticia del asesinato llegó un día después de que Moon propusiera en la Asamblea General de la ONU una nueva iniciativa regional —que incluía a Corea del Norte— para hacer frente a crisis como la del coronavirus y estrechar lazos con Pionyang.
Moon también reiteró que la Guerra de Corea de 1950-53, que terminó en un armisticio, debería finalizar de forma oficial.
El viernes, en su discurso del Día de las Fuerzas Armadas, Moon no mencionó el incidente.