Las autoridades alemanas temían más muertes después de que “catastróficas” inundaciones arrasaron las regiones occidentales, destruyendo calles y casas, matando a más de 100 personas y dejando a otros cientos desaparecidos y sin hogar.

Las comunicaciones se cortaron en muchas zonas y comunidades enteras quedaron en ruinas después de que ríos crecidos arrasaron ciudades y pueblos en los estados occidentales de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado, así como en partes de Bélgica y los Países Bajos.

Tras varios días de intensas lluvias, sólo en Alemania han muerto 103 personas, el mayor número de fallecidos en una catástrofe natural en el país en casi 60 años. Entre ellas, 12 residentes de un hogar para discapacitados a los que las inundaciones sorprendieron durante la noche.

En Bélgica, que declaró un día de luto el martes, las autoridades dijeron que había al menos 20 muertos y otros 20 desaparecidos.

La inundación fue una “catástrofe de dimensiones históricas”, dijo Armin Laschet, primer ministro del estado de Renania del Norte-Westfalia y candidato del partido gobernante CDU para sustituir a la canciller Angela Merkel cuando deje el cargo tras las elecciones de septiembre.

La devastación por las inundaciones, atribuida por los meteorólogos a un cambio de corriente que ha traído al interior aguas que antes permanecían en el mar, podría agitar unas elecciones en las que hasta ahora se ha hablado poco del clima.

“Es una triste certeza que estos fenómenos extremos determinarán nuestro día a día cada vez con más frecuencia en el futuro”, dijo Laschet, añadiendo que se necesitan más medidas para luchar contra el calentamiento global.

Días después de que la Comisión Europea presentó planes para convertir a Europa en el “primer continente neutro desde el punto de vista climático”, la comisaria Ursula von der Leyen afirmó que la magnitud e intensidad de las inundaciones eran un claro indicio del cambio climático y demostraban la necesidad urgente de actuar.

PREOCUPACIÓN POR LAS PRESAS

Achim Hueck, un piscicultor de la ciudad de Schuld, dijo que apenas había logrado escapar. “Estaba subiendo muy rápido, empezó por el camino de atrás”, dijo, señalando los restos de su negocio.

Cuando los funcionarios evaluaron los daños, la devastación parecía haber superado la causada por las inundaciones en el este de Alemania hace casi 20 años.

Unos 114.000 hogares en Alemania estaban sin electricidad el viernes y las redes de telefonía móvil habían colapsado en algunas regiones inundadas, lo que dificulta a las autoridades el seguimiento del número de desaparecidos.

Las carreteras de muchas zonas afectadas estaban intransitables tras ser arrastradas por las inundaciones. Los equipos de rescate intentaban llegar a los residentes en barco o helicóptero y tuvieron que comunicarse por walkie-talkie.

“La red ha colapsado por completo. La infraestructura ha colapsado. Los hospitales no pueden acoger a nadie. Las residencias de ancianos tuvieron que ser evacuadas”, dijo una portavoz del gobierno regional de Colonia.

Las autoridades temen que otras presas puedan desbordarse y provocar inundaciones y están tratando de aliviar la presión liberando más agua.

Con información de

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