Al grito de “libertad”, miles de extranjeros avanzan en una nueva caravana desde el Sur, ignorando las propuestas del Gobierno para transportarlos a otras regiones del país y darles cobijo mientras resuelven su situación migratoria, mientras líderes de Estados Unidos, Canadá y México conversaban sobre cómo contener los flujos de indocumentados.
Caminando a través de una larga carretera con mochilas, bolsas de plástico y con sus hijos en hombros, los migrantes en su mayoría haitianos partieron de la ciudad Tapachula, Chiapas, intentando alcanzar otra caravana que salió de la misma zona en octubre y que ha recorrido unos 550 kilómetros para situarse ahora en el estado Veracruz.
Autoridades mexicanas han insistido a los miles de extranjeros en que deben parar, ofreciendo transporte y llevarlos a estaciones migratorias de otros estados mientras regularizan su situación migratoria, anteponiendo las precarias condiciones en que avanzan, muchas veces azotados por el clima y enfermedades como dengue y Covid-19.
A pesar de ello, la mayoría de extranjeros y sus líderes no han aceptado las propuestas pues advierten de experiencias anteriores que autoridades los han devuelto a Tapachula donde viven en la calle, sin empleo y sin comida mientras esperan una respuesta a sus trámites migratorios.
“Como casi se acabó mi dinero no tengo dónde conseguir. Ahora estoy buscando trabajo, (a) cada lugar (a donde) fui me dijeron hay que ser mexicano o que tengo que tener visa definitiva”, se quejó un migrante haitiano de 26 años que por dos meses ha esperado en Tapachula. “Quiero buscar trabajo en Ciudad de México”, agregó.
En otros casos, los migrantes solo piden al gobierno de México dejarlos avanzar. “Pido a las autoridades de aquí (de México) que me dejen subir, no es mi intención quedarme en este país, quiero ir a Estados Unidos”, dijo en un video transmitido en vivo en redes sociales un migrante venezolano.
Autoridades estadounidenses arrestaron a más de 1.7 millón de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México durante el presente año fiscal, la mayor cantidad jamás registrada.
Organizadores de la caravana dijeron más temprano el jueves que esta vez se sumaron migrantes de al menos 12 naciones como India, Perú y Venezuela y que en total caminaban cerca de 3,500 personas. El Instituto Nacional de Migración (INM) no respondió a solicitudes de información sobre la nueva movilización.
“Es insostenible en Tapachula la discriminación, el racismo y el odio de la gente contra los migrantes”, dijo a Reuters Luis García, representante de la caravana, tras afirmar que fue una de las razones por las que decidieron salir además de la lentitud de INM y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).