WUHAN, China, 9 feb (Reuters) – El jefe del equipo de la Organización Mundial de la Salud que investiga los orígenes del Covid-19 en China, expuso que es altamente improbable que el virus se haya creado en un laboratorio.
Abundó en que los murciélagos siguen siendo una fuente probable, y que la transmisión del virus por alimentos congelados es una posibilidad que se debe investigar más, pero descartó una fuga desde un laboratorio.
Peter Ben Embarek, líder de los expertos en su visita de casi un mes a la ciudad china de Wuhan, donde se identificó el brote por primera vez en un mercado de mariscos a finales de 2019, afirmó que el equipo había descubierto nueva información en su investigación en suelo chino.
El científico indicó que los trabajos para identificar los orígenes del coronavirus apuntan a un reservorio natural en los murciélagos. Los investigadores también están buscando muestras de sangre china que podrían indicar que el virus circuló antes de lo que se pensaba en un principio.
“Al tratar de entender el panorama de diciembre de 2019 nos embarcamos en una búsqueda muy detallada y profunda de otros casos que pudieran haberse perdido, casos anteriores en 2019”.
“Y la conclusión fue que no encontramos pruebas de grandes brotes que pudieran estar relacionados con casos de Covid-19 antes de diciembre de 2019 en Wuhan o en otros lugares”.
La posibilidad de que el virus se escapara de un laboratorio, es extremadamente improbable y no requiere más estudios, declaró Embarek.
El equipo llegó a Wuhan el 14 de enero y, tras dos semanas de cuarentena, visitó lugares clave como el mercado de mariscos de Huanan, donde se produjo el primer grupo de infecciones conocido, así como el Instituto de Virología de Wuhan, que ha participado en la investigación del coronavirus.
Los miembros del equipo trataron de contener las expectativas de la misión, y el experto en enfermedades infecciosas Dominic Dwyer dijo que probablemente se necesitarían años para comprender plenamente los orígenes de COVID-19.