El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que no hay distanciamiento con las iglesias y lleva muy buena relación con este sector, pero que observa que hay mano negra de la oposición para confrontar a su gobierno con los religiosos.
“Los adversarios nuestros como no han podido imponerse ahora están queriendo que nosotros entremos a una polémica con las iglesias, no, hablando de lo mismo: amor y paz, nos identificamos muy bien con el Papa Francisco y también tenemos muy buenas relaciones con pastores y ministros de otras iglesias; pero, ya estoy viendo la mano negra de los conservadores que quieren ahora echarnos encima a las iglesias, no, que nadie se confunda”, aseguró durante la conferencia matutina.
“Si me piden que yo exprese cuál es mi dirigente social más admirado, al que respeto más por su entrega en favor de los desposeídos es Jesús Cristo, que de acuerdo a la interpretación teológica encabezó un movimiento en favor de los pobres, y por eso los poderosos de su época lo seguían lo espiaban, lo llamaban alborotador, agitador del pueblo y lo crucificaron y también por eso me identifico mucho con el Papa Francisco”, dijo el mandatario.
En torno a si su gobierno permite que los grupos delincuenciales actúen con libertad a cambio de que no haya masacres, el presidente afirmó que “es una idea que se tiene, equivocada, nosotros lo que estamos atendiendo son las causas de la violencia, no se hacía así, era el predominio de las medidas coercitivas, el uso de la fuerza, se ponía por delante y eso es antirreligioso, todo lo que tiene que ver con la violencia, y en especial es anticristiano, teológicamente hablando”.
“No significa tolerancia o que no se esté actuando, claro que estamos actuando y hay resultados, mejores que antes, para que se oiga bien, se oiga lejos, desde que estamos al gobierno hay una reducción del 30 por ciento de delitos del fuero federal, hasta en homicidios que es fuero común tenemos una reducción del 5% que es lo más difícil que encontramos, pero también la politiquería está queriendo hacer campaña en contra con estos temas”, señaló el presidente.
No puede, dijo, un sacerdote, un obispo, un pastor, decir que se debe responder la violencia con la violencia, es el ojo por ojo, diente por diente. “Esto no significa que haya tolerancia, todos los días detenemos a delincuentes y cuando no hay opciones se dan enfrentamientos”.
Sin embargo, reconoció que “estamos convencidos que fue un error grave, un crimen, el haber declarado la guerra a la delincuencia al inicio del gobierno de (Felipe) Calderón y esto tiene que ver con nuestras convicciones, somos humanistas, sostenemos que el ser humano no es malo por naturaleza, sino son las circunstancias las que llevan a algunos a tomar el camino de las conductas antisociales”.
Con información de Proceso.