EL FLORIDO, Guatemala, 19 ene (Reuters) – El gobierno de Guatemala dijo el martes que seguía adelante con el traslado de migrantes de regreso a la frontera con Honduras, después de que las fuerzas de seguridad detuvieran el fin de semana su caravana con destino a Estados Unidos.
Casi 8,000 personas ingresaron al país desde la vecina Honduras la semana pasada, y un testigo de Reuters estimó que alrededor de 2,000 de ellas terminaron atrapadas en la aldea Vado Hondo cuando las fuerzas guatemaltecas prohibieron su paso. El lunes las sacaron del lugar.
Los retornos voluntarios de migrantes en autobús seguían en curso el martes, según el gobierno de Guatemala, que a última hora del lunes había informado del regreso de 3.329, la mayoría a Honduras. La lista también incluyó a 96 salvadoreños y cinco nicaragüenses.
Unos 1.446 migrantes, muchos de ellos niños, habían sido devueltos a Honduras a través del cruce fronterizo de El Florido y otros dos desde el viernes, informó por su parte el gobierno hondureño.
Varios integrantes de la caravana dijeron que resultaron heridos cuando los agentes de seguridad, con porras y escudos de plástico, los obligaron a abandonar la carretera en Vado Hondo. Luego, muchos de ellos subieron a los autobuses para El Florido.
“No es justo que nos traten así como perros, como animales”, denunció Andy Osorio de Honduras. Algunos huyeron a las montañas durante el despeje de la carretera, diciendo que no querían abordar los autobuses.
Un portavoz del ejército guatemalteco informó el lunes que varios migrantes atacaron a los soldados con piedras y que los uniformados habían usado “fuerza mínima y proporcionada”.
“Nosotros corrimos”, afirmó Rosa Álvarez, una madre hondureña que viajaba con niños, quien aseguró que habían resultado afectados por gases lacrimógenos utilizados por las autoridades guatemaltecas. “Estamos sin dinero ni comida”.