LONDRES, 20 sep (Reuters) – Gran Bretaña está en un punto de inflexión del COVID-19, dijo el domingo el ministro de Salud, Matt Hancock, y advirtió de que puede imponerse un segundo confinamiento nacional si la gente no sigue las reglas del gobierno diseñadas para detener la propagación del virus.
Los casos de COVID-19 han aumentado considerablemente en las últimas semanas a más de 4.000 por día. El primer ministro Boris Johnson lo ha llamado una segunda ola y se han adoptado cuarentenas más estrictas en zonas de todo el país, con Londres posiblemente el siguiente en la lista.
“La nación se enfrenta a un punto de inflexión y tenemos una opción”, dijo Hancock a Sky News. “La elección es que todos sigan las reglas (…) o tendremos que tomar más medidas”.
Hancock le dijo más tarde a la BBC que un segundo confinamiento nacional era una opción. “No lo descarto, no quiero verlo”, dijo.
Johnson anunció el sábado multas de hasta 10.000 libras (12.900 dólares) para las personas en Inglaterra que rompan las nuevas reglas que les obligan a autoaislarse si han estado en contacto con alguien infectado con COVID-19.
Además de normas más estrictas sobre las reuniones sociales en todo el país, en varias ciudades y regiones de Gran Bretaña se han impuesto “cierres locales”, limitando aún más cuándo, dónde y cuántas personas pueden reunirse socialmente.
Al preguntarle sobre los comentarios del alcalde de Londres, Sadiq Khan, quien dijo el viernes que las nuevas restricciones eran cada vez más probables en la capital, Hancock dijo: “He tenido discusiones esta semana con el alcalde de Londres, y los equipos se reúnen hoy para discutir más a fondo lo que pueda ser necesario”.
El líder del Partido Laborista de la oposición, Keir Starmer, dijo que apoyaría cualquier medida que el gobierno presente, pero criticó el sistema de pruebas del gobierno por no tener la capacidad de lidiar con el aumento de la demanda al regresar las escuelas.