Moscú dijo hoy que facilitará corredores para los residentes de dos importantes ciudades ucranianas para escapar a Rusia y Bielorrusia, una medida que Kiev calificó como una maniobra inmoral para explotar el sufrimiento de los civiles bajo los bombardeos rusos.

Las delegaciones de Rusia y Ucrania se reunieron para una tercera ronda de conversaciones en Bielorrusia, dijeron ambas partes. Dos rondas anteriores produjeron poco más que compromisos para abrir rutas para el acceso humanitario que aún no se han implementado con éxito.

“En unos minutos empezaremos a hablar con los representantes de un país que cree seriamente que la violencia a gran escala contra los civiles es un argumento”, tuiteó el negociador ucraniano Mykhailo Podolyak. “Demuestren que no es así”.

Una mujer tapada con una manta cruza las vías férreas en la estación de Przemysl, Polonia. 7 marzo 2022. REUTERS/Yara Nardi

El anuncio de Rusia sobre los “corredores humanitarios” se produjo después de dos días de cese de las hostilidades fallido para permitir que los civiles huyeran de la sitiada ciudad de Mariúpol, donde cientos de miles están atrapados sin comida ni agua, bajo un bombardeo incesante.

Un corredor llevaría desde Kiev a Bielorrusia, aliada de Moscú, mientras que los civiles de Járkov, la segunda ciudad más grande Ucrania, serían dirigidos hacia Rusia, según los mapas publicados por la agencia de noticias RIA.

“Los intentos de la parte ucraniana de engañar a Rusia y a todo el mundo civilizado (…) son inútiles esta vez”, afirmó el Ministerio de Defensa de Rusia.

Decenas de personas cruzan un puente destruido sobre un río para abandonar la localidad de Irpín, cerca de Kiev, Ucrania. 7 marzo 2022. REUTERS/Carlos Barría

Un portavoz del presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, calificó la oferta como “completamente inmoral” y dijo que Rusia está intentando “utilizar el sufrimiento de la gente para crear una imagen televisiva”.

“Son ciudadanos de Ucrania, deberían tener derecho a ser evacuados a territorio ucraniano”, dijo el portavoz a Reuters.

Más de 1,7 millones de ucranianos que huyen de la invasión rusa han cruzado ya hacia Centroeuropa, dijo el lunes la agencia de refugiados de la ONU, mientras miles más se dirigían hacia esa dirección.

Las amplias sanciones han aislado a Rusia del comercio global en un grado nunca antes experimentado por una economía tan grande. Las bolsas mundiales se desplomaron el lunes, después de que Washington indicó que estudia extender las sanciones a las exportaciones energéticas rusas, exentas hasta el momento de las limitaciones comerciales.

Un hombre se toma una pausa mientras abandona la localidad de Irpín, cerca de Kiev, Ucrania. 7 marzo 2022. REUTERS/Carlos Barría

Rusia es el mayor exportador mundial de crudo y gas. Los precios del crudo Brent superaron brevemente los 139 dólares por barril el lunes, lo más cerca que han estado en 14 años del récord histórico de 147 dólares.

Los bancos de inversión aseguran que los precios podrían acercarse a los 200 dólares este año si se evapora el suministro ruso, con graves consecuencias para la economía global. Rusia y Ucrania también son algunos de los mayores exportadores mundiales de alimentos y metales industriales.

Rusia niega estar atacando de forma deliberada a los civiles y califica la campaña que lanzó el 24 de febrero como una “operación militar especial” para desarmar a Ucrania y eliminar a los líderes que llama neonazis. Kiev y sus aliados occidentales lo consideran un pretexto para una invasión destinada a conquistar una nación de 44 millones de habitantes.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo que las fuerzas rusas están “empezando a acumular recursos para el asalto a Kiev”, una ciudad de más de 3 millones de habitantes, tras días de lento progreso en su avance principal hacia el sur desde Bielorrusia.

Ucrania afirmó que 2.000 civiles fueron evacuados de Irpín, un suburbio de Kiev que ha sufrido duros ataques. Periodistas de Reuters fueron testigos el domingo de cómo los residentes corrían por su vida, cargando con niños, mascotas y bolsas llenas con sus pertenencias.

Las familias buscaron refugio mientras las explosiones sacudían la localidad y las llamas se alzaban hacia el cielo. Exhaustos y en estado de shock, fueron trasladados hasta autobuses por las tropas ucranianas.

La situación estaba más calmada el lunes. La policía ucraniana hizo públicas imágenes de más civiles escapando.

En un discurso a la nación pronunciado a última hora del domingo, el presidente Volódimir Zelenski describió a una familia que había sido abatida mientras intentaba escapar y afirmó que los rusos responsables de tales atrocidades nunca serán perdonados: “No habrá un lugar pacífico para ustedes en esta tierra, excepto la tumba”.

Ucrania aseguró el lunes que sus fuerzas retomaron el control de la localidad nororiental de Chuguev, escenario de fuertes combates durante días, y del estratégico aeropuerto de Mykolaiv en el sur, que según el gobernador regional estaba siendo atacado por tanques. No se pudo confirmar de inmediato ninguna de las aseveraciones.

Naciones Unidas pidió un paso seguro para llegar a las personas aisladas de la ayuda vital en toda Ucrania. En una actualización humanitaria se refirió a un hospital psiquiátrico a 60 kilómetros de Kiev que se quedó sin agua y sin medicinas, con 670 personas atrapadas en su interior, incluidos pacientes postrados en cama con necesidades graves.

La OMS dijo que se confirmó la muerte de al menos seis personas en nueve ataques contra instalaciones de salud desde el comienzo de la guerra.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó a Reuters que Moscú detendrá sus operaciones si Ucrania deja de combatir, enmienda su Constitución para declararse neutral y reconoce la anexión rusa de Crimea y la independencia de las regiones controladas por separatistas respaldados por Rusia.

Mientras que el avance de Rusia en el norte sobre Kiev lleva días estancado con una columna blindada que se extiende por kilómetros a lo largo de una autopista, ha hecho más progresos en el sur, empujando hacia el este y el oeste a lo largo de las costas del Mar Negro y el Mar de Azov.

En el puerto de Mariúpol, los residentes están durmiendo bajo tierra para escapar a una semana de bombardeos de las fuerzas rusas, que ha cortado el suministro de alimentos, agua, electricidad y calefacción.

Rusia ha reconocido casi 500 muertes entre sus soldados, pero los países occidentales creen que la cifra real es mucho más elevada y Ucrania dice que es de muchos miles. El número de fallecidos no puede verificarse, pero las numerosas imágenes que llegan de Ucrania muestran los restos quemados de columnas blindadas rusas y ciudades ucranianas reducidas a escombros por los ataques rusos.

Con información de Reuters.

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