El “Ángel Negro”, “Patrón” o “Diablito” es venerado en el santuario del Palacio Negro de Luz Bella de la Oscuridad, que significa Luzbell, o Satanás.
Óscar Pelcastre, alias “El perro”, de 57 años, es obispo negro de la Santa Muerte, construyó el santuario hace veinte años y encabeza los rituales en el santuario, en Pachuca, Hidalgo.
“Se llama Palacio porque es de tres pisos y representa lo que marca la Biblia, que son los tres ángeles caídos, el número 333 significa Padre, Hijo Espíritu Santo y la Muerte”, explica Óscar.
El santuario se encuentra dentro del Mercado Sonorita, que significa Tierra Caliente donde la Santa Muerte puso su mano y su mando, donde se venden imágenes, veladoras y amuletos.
El santuario se mantiene de las donaciones que los fieles creyentes aportan; dentro del Palacio se encuentran esculturas de la Santa Muerte, así como representaciones de Dios y el Diablo, que también son agradecimiento a los milagros que les ocurren.
El Ángel Negro es una escultura con rostro de diablo y cuernos, cada primer viernes del mes se le festeja con diferentes rituales como “el rayado” que sirve como manda y protección.
Los creyentes ofrecen comida, cabezas de cerdo, tequila, cerveza, dulces, medallas de oro, dólares, dinero, corazones y fetos de res. Los creyentes que veneran al Ángel Negro acuden a él porque les han fallado a otros santos y porque cumple lo que le piden sean peticiones buenas o malas.
Con información y fotos de Cuartoscuro.