El periódico británico Financial Times volvió a dedicarle un artículo al presidente Andrés Manuel López Obrador, al señalar que no ha logrado superar el discurso para pasar a la acción en el tema emblemático de su gobierno que es la lucha contra la corrupción.
“López Obrador tiene poco que mostrar por su lucha contra la corrupción”, dice el artículo en su título: “La credibilidad personal del presidente de México es fuerte, pero las instituciones estatales carecen de recursos para abordar la corrupción”.
En el texto el diario parte de la historia del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, para hacer un recuento de los resultados de López Obrador en una de las principales banderas de su gobierno.
“El exjefe de la petrolera estatal de México, Emilio Lozoya, fue extraditado de España hace más de un año por presuntos sobornos. Pero fue solo después de que las fotos de él comiendo pato de Pekín en un restaurante de lujo desencadenaron la indignación pública el mes pasado, que los fiscales solicitaron que lo pusieran en prisión preventiva”, refiere el artículo del Financial Times publicado este lunes.
El texto cita la información y las fotos que la periodista y columnista de El Financiero, Lourdes Mendoza, reveló del exdirector de Pemex cenando en el Hunan.
“El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó la fastuosa cena como una provocación (…) para los críticos del gobierno, la saga fue ilustrativa del enfoque de las autoridades mexicanas para combatir la corrupción: una estrategia profundamente influida por la política y con poco qué mostrar”, dice el artículo firmado por la corresponsal Christine Murray.
“Transparencia Internacional ubica a México en el lugar 124 de 180 países. El fiscal federal anticorrupción solo ha logrado asegurar dos sentencias por delitos en más de dos años y medio en el cargo, dijo un experto. Los casos de alto perfil tardan en avanzar”, destaca el periódico británico.
“No tienen una política de enjuiciamiento penal (…) eligen casos por razones muy poco claras. Esa arbitrariedad es una mala señal en la fiscalía”, comentó Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Internacional en México, consultado por el Financial Times.
“Más preocupante es el patrón aparente de exoneración de los aliados políticos y la persecución de críticos del gobierno y opositores políticos tanto por parte de la administración como de los fiscales federales nominalmente independientes”, expone la publicación.
Sin independencia ni recursos
De acuerdo con Murray, la imagen del presidente de no estar personalmente interesado en acumular dinero para sí mismo, algo que incluso muchos oponentes creen que es real, le da credibilidad ante los votantes sobre la corrupción.
“El problema es que las instituciones carecen de la independencia o los recursos para sostener una verdadera lucha contra la corrupción”, dice la autora respaldada en declaraciones de activistas.
Se destacan los escasos resultados de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)¡ y la Auditoría Superior de la Federación, e incluso que el propio López Obrador ha socavado el Sistema Nacional Anticorrupción llamándolo “la última gota” en una lucha anticorrupción “fingida”.
“Seguimos teniendo el mismo problema, no tenemos instituciones. El presidente no ha invertido nada de su capital político o recursos, no es parte de su proyecto el fortalecimiento de las instituciones”, dijo Edna Jaime, directora del think tank México Evalúa.
El diario recordó que su discurso en Naciones Unidas, López Obrador dijo que la corrupción en “todas sus formas” era “el mayor problema del planeta”.
“En una de sus conferencias de prensa matutinas diarias el mes pasado, López Obrador prometió publicar detalles de quienes han sido sancionados o acusados de corrupción. El comunicado posterior dijo que miles de funcionarios habían sido excluidos del gobierno y se habían presentado cientos de denuncias penales, pero no mencionó una sola condena penal”, concluye el análisis del Financial Times.