Beatriz Cabrera salió huyendo de su natal Guanajuato junto con su pareja y los dos hijos, ambas son parte de la comunidad LGBT+ y por ello recibían constantes agresiones y amenazas, por lo que su integridad esta en riesgo, así como la de los menores.
Hace un mes y medio llegaron a Tijuana con la intención de poder encontrar solicitar asilo en Estados Unidos, en donde estuvieron deambulando por distintas partes hasta que encontraron el albergue Juventud 2000, donde recibieron refugio y pudieron pasar el fin de año acompañadas.
El pasado martes, ella, su pareja y los dos niños fueron de las familias que tuvieron la oportunidad de ser seleccionadas y finalmente ingresar al país vecino para presentar sus casos ante las autoridades estadunidenses, gracias a las excepciones que organizaciones de abogados están realizando al Título 42.
Beatriz compartió en entrevista con Glocal Media que después de haber “estado navegando viendo a ver quién nos podía recibir, hoy estamos muy contentas porque nos dan ahora esta posibilidad, porque como somos de la comunidad LGBT pasamos por cosas muy complicadas”.
La señora Mayra Lizeth Vanegas es otra de las personas que junto con los ocho integrantes de su familia tuvieron también esta oportunidad, lo cual, dijo, “agradezco mucho porque vengo con toda mi familia y llevábamos ya cinco años deambulando por lugares como Tapachula, Quintana Roo, Aguascalientes y pasamos por amenazas y secuestros”.
La familia completa salió de su natal Honduras debido a que un grupo armado amenazó de muerte a unos de sus hijos, pero ahí no fue todo. A una de sus sobrinas la secuestraron una vez que llegaron a Tapachula y fue el motivo por el que estuvieron moviéndose por distintas ciudades hasta que llegaron a Tijuana.
En esta ciudad también estuvieron pernoctando en la calle, hasta que una persona los encontró hace tres días y los llevó al mismo albergue, donde pudieron pasar días más agradables: “esa persona es nuestro Ángel, mis hijos decían ‘fueron los tres mejores días que hemos tenido’, porque aquí hubo piñatas el fin de año, pastel y regalos”.
José María García Lara, director del albergue Juventud 2000, compartió a Glocal Media que desde hace algunos meses organizaciones como Al Otro Lado y Ejército de Salvación, se han dedicado a trabajar con albergues para darles esa posibilidad a los migrantes de poder acceder a la excepción del Título 42.
Sí bien, recalcó, ello no garantiza al 100% de que vayan a obtener el asilo, porque además tienen que ser casos muy excepcionales, sí les significa una oportunidad de poder presentar sus solicitudes y no estar en la frontera esperando meses o años como ha pasado con otros migrantes, además que también les ha ayudado a ellos a no tener el espacio saturado.
Sobre este tema, Sebastián Farías, quien trabajo para la organización Psicólogos Sin Fronteras, compartió que previo a las personas sean llevadas a la garita de El Chaparral, que es por donde ingresan a EEUU, se les ofrece una charla con psicólogos y abogados para explicarles por el proceso que van a pasar una vez que sean recibidos por las autoridades estadounidenses.
Ello con el motivo de que sepan a lo que se van a enfrentar y que estén preparados también en caso de que sus solicitudes no sean admitidas o, en su caso, sepan también qué hacer en cada uno de los protocolos a los que se enfrentan.
