ARTAS, Cisjordania, 17 sep (Reuters) – Dos blogueras de viajes palestinas están promocionando el turismo local en Cisjordania como un acto de desafío contra la ocupación israelí.
Cisjordania está repleta de sitios sagrados para los cristianos, musulmanes y judíos y su paisaje montañoso ofrece vistas espectaculares desde las laderas de Hebrón y Naplusa hacia el Mar Muerto, el punto más bajo de la Tierra.
Pero después de su captura por Israel en la guerra de Oriente Medio de 1967, Cisjordania también ha albergado bases militares del Estado judío y puestos de control que restringen el movimiento palestino, así como cerca de 430.000 colonos israelíes que viven entre 3 millones de palestinos.
Israel cita preocupaciones de seguridad para los puestos de control en un área inestable que llama por su nombre bíblico, Judea y Samaria.
Con la idea de aliviar los temores de los palestinos que evitan visitar sitios remotos, Malak Hasan y Bisan Alhajhasan fundaron “Ahlan Falasteen”, que significa “Hola Palestina”, un blog y página de Instagram que ofrece destinos de viaje y consejos.
“La idea de dos jóvenes mujeres palestinas que visitan lugares que la gente siente que están demasiado lejos o que podrían estar cerrados o que están asustadas por los colonos o los soldados israelíes, nosotros vamos allí para mostrarles que no debemos abandonar esos lugares”, dijo Alhajhasan, de 32 años.
“Esto es parte de nuestra lucha como palestinos”, agregó Alhajhasan, mientras realizaba videos de Instagram de un monasterio del siglo XIX en el pueblo de Artas, al sur de Belén.
Conducir a Artas desde la ciudad palestina de Ramalá implica cruzar al menos un puesto de control israelí y evitar varios más, en una ruta de aproximadamente 50 kilómetros que, sin restricciones, sería la mitad de la distancia.
La página de Instagram de las blogueras presenta decenas de sitios, incluidos varios manantiales populares entre palestinos e israelíes por igual.
Han sumado más de 5.600 seguidores desde que lanzaron la aplicación en mayo, con la que buscan mostrar nuevos destinos locales a los palestinos mientras los viajes internacionales están restringidos.
“Oímos de los dueños de las tiendas que mucha gente los visita después de enterarse de nosotros”, dijo Hasan, de 31 años. “Sentimos que hemos llenado un vacío”, agregó.