La crisis económica derivada de la emergencia sanitaria disparó la tasa de personas cuyo ingreso no alcanza para la canasta básica –de 37.3% a 40.7% entre el cuarto trimestre de 2019 y el de 2020–, y agudizó las graves brechas de desigualdad de ingreso entre ricos y pobres, hombres y mujeres, y entre personas indígenas y no indígenas en el país.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), si bien se observó una recuperación entre el tercer y el cuarto trimestre de 2020, el panorama global del año pasado muestra una caída de 2.5% en el ingreso laboral real de la población –pasó de mil 819 pesos a mil 773 pesos–, y a la par un incremento del valor de la canasta de hasta un 7.6% en zonas rurales.
El Coneval observó que la población más afectada por la crisis fue la del 20% más pobre del país, cuyos ingresos se desmoronaron de 158 pesos a 94 pesos –tocó fondo en el tercer trimestre del año, llegando a la cifra miserable de 31.6 pesos–; también resaltó que, de un año para otro, disminuyó la población que gana más de 2 salarios mínimos, y aumentó la proporción de quiénes ganan entre uno y dos salarios mínimos.
El incremento de la pobreza laboral marca una ruptura con una tendencia a la baja observada desde el pico de 2014, año en que más del 42% de la población tenía un ingreso inferior a la linea de bienestar mínimo; dicha proporción llegó por debajo del 36% en el primer trimestre de 2020, y se disparó a 44.5% de la población en el tercer trimestre de 2020, a consecuencia de las medidas de emergencia sanitaria.
El Coneval recalcó que, a raíz del desplome de las industrias de la restauración, el alojamiento y el turismo –de 22.9%–, la construcción –en un 8.8%– y el trabajo doméstico –en un 11%–, se disparó en un 14.7% la tasa de pobreza laboral en Quintana Roo el principal destino turístico del país, seguido por Tabasco y la Ciudad de México, donde la pobreza laboral creció en un 10.4%.
Retomando los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Coneval asumió que el PIB se cayó en un 8.5% en 2020, y que cayó el número de personas ocupadas en 2.4 millones, principalmente en el sector informal de la economía.
Estos elementos acumulados profundizaron la ya enorme brecha de desigualdad en México: el índice de Gini, que mide –de manera muy imperfecta– la desigualdad en la distribución del ingreso en el país, se agravó a lo largo del año pasado, y pasó de 0.488 en el cuarto trimestre de 2019 a 0.513 en 2020.
Así, 2020 cerró con cerca del 66% de la población mexicana con un ingreso inferior a dos salarios mínimos.
Con información de Apro.