El jefe de sicarios de la facción de Guerreros Unidos denominada La Bandera, Moisés Brito Bautista “El Bandam”, quien fue ejecutado la noche del lunes en la ciudad de Cuernavaca y que enfrentaba una orden de aprehensión por el caso Ayotzinapa, “desertó” del Ejército en septiembre de 2012 y estuvo adscrito al 27 batallón de Infantería, con sede en Iguala, indican reportes oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Los informes a los que tuvo acceso este reportero indican que Brito Bautista de 35 años, era originario de la ciudad de Iguala, se asumía como ganadero y radicaba en el fraccionamiento Vista Real del poblado de Ahuatepec, en Morelos.
La zona de influencia del pistolero de Guerreros Unidos formado por el Ejército estaba en los municipios guerrerenses de Iguala, Buena Vista de Cuellar, Tepecoacuilco y Cocula, y la comunidad de Pueblo Viejo se considera como su centro de operaciones, indican los reportes consultados por Proceso.
La ejecución de “El Bandam” se registra en el contexto de la investigación del caso Ayotzinapa, que realiza el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, y que desató una brutal batalla en la ciudad de Iguala que ha dejado una estela de asesinatos en los últimos meses, entre ellos personajes señalados como pieza clave en la masacre y desaparición de los 43 normalistas, como el caso de Humberto Velázquez Delgado “El Guacho”.
El silenciamiento
El excomandante de la Policía Ministerial de la Fiscalía General del estado de Guerrero (FGE) fue ejecutado la tarde del miércoles 16 de junio frente a las instalaciones del III Batallón de Fuerzas Especiales del Ejército, en plena zona urbana de Iguala.
Desde 2016, los padres de los estudiantes desaparecidos habían solicitado por escrito al extitular de la Oficina de Investigación del Caso Iguala, Alfredo Higuera Bernal, una “orden de presentación y localización” en contra de Velázquez Delgado, señalado como líder del grupo delictivo Guerreros Unidos y por su presunta relación directa con los hechos ocurridos en 2014, con base en indicios extraídos de la indagatoria PGR/SDHPDSC/O1/2015.
La facción de Guerreros Unidos denominada La Bandera, que lideraba Héctor Rodríguez Uriostegui “El Colín” y “El Bandam” actualmente mantiene una confrontación con el grupo de Los Tlacos, que lidera Onésimo El Necho Marquina Chapa por el control de la ciudad de Iguala y la franja minera de Cocula y Mezcala, donde operan compañías canadienses Media Luna de Torex Gold y Lea Gold, todos señalados en el entramado del caso Ayotzinapa, que sigue impune.
El 1 de mayo de este año, elementos de la Guardia Nacional y de la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase), detuvieron en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, a Héctor Rodríguez Uriostegui “El Colín”, señalado como el líder de La Bandera, y considerado como pieza clave en el caso de la masacre y desaparición de los 43 normalistas e Ayotzinapa.
La captura de “El Colín” se registró en la calle privada Vicente Guerrero de la colonia Granjas en la capital morelense, donde agentes federales y marinos realizaron un operativo sin violencia, indican reportes oficiales.
Las mineras
Desde el año pasado, “El Colín” dirigió varios mensajes al presidente López Obrador, a través de narcomantas y videos en redes sociales, en los que aseguraba que en el caso Ayotzinapa están involucradas empresas mineras canadienses que operan en Mezcala y Cocula, como Media Luna, filial de Torex Gold Resources, y Lea Gold, antes Gold Corp.
El presunto líder criminal vinculado al caso de los 43 fue trasladado al estado de Guerrero y puesto a disposición de un juez de control de la ciudad de Iguala, donde tiene la carpeta judicial C-163/2020 por el delito de homicidio calificado en agravio del animador de jaripeos en la Zona Norte de la entidad, Rosendo Arroyo Delgado, y su esposa Blanca Alicia Arias Martínez, ambos ejecutados en su casa el pasado 25 de febrero de 2020, señalan los informes oficiales.
En febrero de 2020, la agencia Apro publicó una nota titulada “Guerreros Unidos lanza nuevo llamado a AMLO y pistas sobre los 43”, en la que se informó que la pugna que mantienen grupos delictivos por el control de la plaza de Iguala y la zona norte de la entidad advirtió sobre posibles pistas del paradero de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y nuevamente exhibe presuntos nexos de autoridades de los tres niveles y el Ejército con el narco.
El llamado a AMLO
A través de un comunicado difundido en Facebook, la facción del grupo Guerreros Unidos, que dirige Héctor Rodríguez Urióstegui “El Colín”, volvió a lanzar un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador para que ponga orden en esta franja de la entidad colapsada por la narcoviolencia.
También responsabilizó a la banda antagónica de Los Tlacos y a una escisión de Guerreros Unidos denominada “Los Números”, de la ejecución de dos menores registrada hace dos días en el municipio de Cocula.
El comunicado de Guerreros Unidos incluye fotografías de los presuntos operadores de “Los Tlacos” y “Los Números”, entre los que se encuentran líderes mineros de Nuevo Balsas, municipio de Cocula, donde opera la empresa canadiense Media Luna de Torex Gold.
Además, acusan a los hermanos Erick y Reynaldo Román Fernández, afincados en el poblado de Apetlanca, municipio de Cuetzala del Progreso, de estar implicados en el caso Ayotzinapa y supuestamente conocer el paradero de los restos de los normalistas desaparecidos desde hace más de cinco años.
Con información de Proceso.