Estados Unidos atacó a un “planificador” de Estado Islámico (EI) en Afganistán en represalia por un mortal atentado en las afueras del aeropuerto de Kabul y dijo que hay un alto riesgo de más explosiones mientras termina su misión de evacuar civiles y retirar tropas.
Las fuerzas estadounidenses y aliadas se han estado apresurando para completar las evacuaciones de sus ciudadanos y afganos vulnerables y retirarse antes de la fecha límite del martes establecida por el presidente Joe Biden tras dos décadas de presencia militar estadounidense en Afganistán.
El atentado suicida del jueves, reivindicado por la filial afgana del EI, mostró el peligro de la misión, provocando un baño de sangre a las puertas del aeropuerto donde miles de afganos buscan escapar en un vuelo desde que los talibanes tomaron el control de Kabul el 15 de agosto.
El ataque acabó con la vida de decenas de afganos y 13 militares estadounidenses, el incidente más letal para las tropas de Estados Unidos en Afganistán en una década.
El presidente Joe Biden prometió el jueves que Washington perseguirá a los responsables, y el Comando Central de Estados Unidos dijo que hubo un ataque con aviones no tripulados durante la noche en la provincia de Nangarhar, al este de Kabul y fronteriza con Pakistán.
“Las indicaciones iniciales son que matamos al objetivo”, dijo un comunicado militar estadounidense.
Portavoces de los talibanes, que se apoderaron de Afganistán ante la retirada de las fuerzas estadounidenses, no hicieron comentarios sobre el ataque con drones.
Los talibanes, militantes islamistas de línea dura, son enemigos del EI y aseguran haber arrestado a algunos sospechosos involucrados en el atentado en el aeropuerto del jueves.
La Casa Blanca afirmó que es probable que los próximos días sean los más peligrosos de la operación de evacuación. Estados Unidos y sus aliados han sacado a unas 111.900 personas de Afganistán en las últimas dos semanas, dijo el Pentágono.
Funcionarios estadounidenses dijeron que es casi seguro que haya más ataques contra el aeropuerto de Kabul, en medio de temores de que pueda ser más destructivo que el del jueves.
La embajada de Estados Unidos en Kabul advirtió a los estadounidenses que eviten el aeropuerto e instó a los que estén en las entradas a irse de inmediato.
Medios estadounidenses como The New York Times citaron a funcionarios de salud que afirmaron que la explosión del jueves acabó con la vida de 170 personas, sin incluir a las tropas estadounidenses.
PAÍSES ALIADOS
La mayoría de los más de 20 países aliados implicados en el transporte aéreo de sus ciudadanos y afganos fuera de Kabul anunciaron que completaron las evacuaciones el viernes.
Reino Unido concluirá su operación el sábado, dijo el jefe de las fuerzas armadas, Nick Carter, agregando que la atención se centrará ahora en retirar las tropas británicas. Un avión de transporte militar que transportaba tropas británicas regresó a Inglaterra el sábado por la mañana.
Carter reconoció que cientos de personas que trabajaron para Reino Unido no lograrán salir.
El alto representante civil de la OTAN en Afganistán dijo que el personal hizo todo lo posible en circunstancias casi imposibles y que harán todo lo posible para sacar a los que se queden atrás.
Si bien el aeropuerto de Kabul ha sido un caos, el resto de la ciudad ha estado en calma en general. Los talibanes pidieron a los residentes que entreguen los equipamientos del gobierno, incluidas armas y vehículos, en el plazo de una semana, dijo el portavoz Zabihullah Mujahid.
Algunos funcionarios estadounidenses dijeron que el ataque al aeropuerto podría haberse evitado con la operación apresurada para retirar tropas y sacar a las personas en riesgo.
Las relaciones del grupo con Occidente deberían depender de cómo actúe, dijo Reino Unido.
“Cualquier reconocimiento y compromiso con los talibanes debe estar condicionado a que permitan el paso seguro a quienes quieren salir del país y el respeto de los derechos humanos”, según citas del primer ministro Boris Johnson hechas públicas por su oficina.
Con información de Reuters.