En los Olímpicos de Río de Janeiro 2016 árbitros y jueces manipularon peleas de box, incluso de combates por medallas, según reveló una investigación de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA).
Richard McLaren, contratado por la AIBA para investigar el tema, dijo que dirigentes de ese organismo seleccionaron árbitros y jueces “cómplices y obedientes” para garantizar que un combate pudiera ser manipulado tanto en la fase clasificatoria olímpica, así como en las competencias de Río.
McLaren añadió que lo mismo podría haber sucedido en Londres 2012.
“Figuras clave decidieron qué reglas no se les aplicaban a ellos”, sostuvo McLaren. Agregó que entre los jueces y los árbitros imperó “una cultura del miedo, la intimidación y la obediencia”.
McLaren no dijo cuántas peleas podrían haber sido afectadas. La investigación identificó “unas 11, tal vez menos”, incluidos combates por medallas, pero no precisó cuáles.
El investigador afirmó que altos dirigentes de la AIBA usaron su poder para seleccionar árbitros y jueces, y que la comisión encargada de supervisar esos nombramientos simplemente avalaba todo lo decidido.
“Esta estructura informal permitió que árbitros y jueces cómplices y obedientes fueran asignados a determinadas peleas para poder manipular su desenlace”, expresó McLaren.
Estos jueces y árbitros, añadió, “sabían lo que estaba pasando” o simplemente eran figuras “incompetentes”, dispuestas a ignorar indicios de manipulación.
A los árbitros y los jueces se les informaba quién debía ganar la mañana previa al día del combate, según McLaren, quien dijo que no podía identificar quién estaba al frente de este plan para arreglar peleas.
En Río 2016 hubo fallos polémicos, incluido uno muy sonado en el que el ruso Vladimir Nikitin fue declarado ganador ante el irlandés Michael Conlan. El informe de McLaren no aclara si ese combate estuvo arreglado.
El informe incluye testimonios de discusiones acerca de un soborno de hasta 250 mil dólares para que un boxeador de Mongolia derrotara a otro francés en las semifinales.
Los testigos dijeron que un individuo de Kazajistán que hacía de juez y árbitro pidió el dinero a cambio de favorecer al mongol. Al final no se pagó un soborno y el mongol perdió con “tarjetas muy inusuales”, en las que los cinco jueces dieron el mismo puntaje.
“Se contrató al profesor McLaren porque no tenemos nada que ocultar. Trataremos de incorporar cualquier recomendación útil y buscaremos asesoría legal en relación con lo que se debe hacer con quienes hayan participado en el arreglo de peleas”, declaró el empresario ruso Umar Kremlev, presidente de la AIBA.
Ninguno de los árbitros o jueces de 2016 participó en los Juegos Olímpicos de Tokio poorque fueron suspendidos por la AIBA.
En Tokio, las competencias de boxeo fueron organizada por el Comité Olímpico Internacional, no por la AIBA.