Pose 1: La mancha
Amartille el marco, extienda la tela, entre más tensa mejor. Prepare el lienzo con la blancuzca viscosidad de la imprimatura de creta. Asegúrese de que penetre toda la superficie. Elija el pincel más largo que tenga. Ya sea con delicadeza o a la brava según sea el gusto, pero entre en la pintura sabiendo que, de una u otra forma, se va a embarrar.
Ayer se inauguró la exposición ‘El Arte de la Sexualidad’ en la Facultad de Artes, en la que participaron 25 alumnos, docentes y egresados. Entre pinturas, dibujos, fotos, esculturas, instalaciones y demás, la muestra abarcó tantas miradas como las hay en la diversidad sexual, tanto de orientaciones como de placeres y experiencias.
Una de las obras que destacó del resto fue MÁS VIHDA, una pintura al óleo de proporciones grandes. Raúl Rodríguez, artista que la produjo, explicó que en un inicio este retrato mostraría la fase previa al drag de Axcel Reyes, performer y activista ecológico que fue su modelo.
Axcel recién se había tatuado la leyenda ‘MÁS VIHDA’ con un moño rojo en solidaridad con las personas que han fallecido por VIH o SIDA. Esta frase fue el detonante para mostrar el cuerpo sin ningún pudor, en un fondo rojo-sangre.
“Tener VIH no es lo último que te va a pasar”, sostiene Raúl, “si te diagnostican a tiempo puedes realizar tu tratamiento y seguir con tu vida normal, tomando tus pastillas”. Su pintura es un recordatorio de que “tenemos que ser conscientes de que el VIH no es algo mortal en esta época”.
Otra de las pinturas de la expo que celebra sin pudor el gusto de comernos es ¡PROVECHO! de Jenny Gavilanes. La artista declaró que no entiende “ porqué verle el asco a las cosas. Si ya es una relación que se tiene el consentimiento total de las personas, se respetan, es como ‘dale, tú provecho, pruébame, yo te pruebo’”.
Por el contrario, PLACER CULPOSO es una pintura en acrílica de medidas pequeñas, claustrofóbicas, de Sara Jimenez, donde enmarca la imposibilidad del disfrute propio que sienten las mujeres. Esto se debe a que el placer individual de las mujeres es “es algo mal visto dentro de la sociedad, y no solamente con hombres, sino con familiares como mamás”, sostiene la pintora.
Ante esto usa la imagen de un juguete sexual y lo impregna de un tono muy vibrante, que contrasta con el semblante conflictuado de la personaja de la obra.
“Y es muy raro o mal visto tener algún vibrador en tu cuarto, o en tu casa. Lo ocultas, cuando debería ser algo muy común por que los hombres es muy común que empiecen a descubrir su sexualidad desde incluso los diez años, cuando a nosotras descubrir nuestra sexualidad es mal visto”.
Otras obras que sobresalen son CONTENIDA, de Pollita Roja por su excelente factura y simbología, y SOLO 1826 DÍAS MÁS, de María José Osuna por su sutileza y pertinencia. Hablando con la autora, ella cuenta que hay un mito médico en el que las mujeres y personas gestantes deberán esperar cinco años para volver a usar pastillas anticonceptivas si no quieren tener complicaciones de salud.
Un contraejemplo de las últimas dos son MAMADAS DE CULO, de Ren Rhon, por su carencia de técnica, y MÉXICO IMPUNIDAD Y NEGLIGENCIA de Edith Ladrillero. Si bien la composición y la manera de retratar la realidad que se vive en México de esta pieza en acuarela son contundentes, su título por demás obvio le resta agudeza. Sin mencionar que el tema de la sexualidad parece estar ausente, pero esa desentonación con el resto de los trabajos se le atribuye a la curaduría.
Pose 2: El switch
Tienda un hilo y jale de él, jale y jale sin detenerse. Deje que las poleas hagan su trabajo, se retraigan, suban y bajen, y vuelvan a empezar. Presione el botón, el agua sube, no habrá nada que la detenga, déjela fluir, el vaciado será algo cercano al alivio.
Dos instalaciones que robaron miradas son TRAPITOS AL SOL, de Andrea Sánchez, y FLUJO INFINITO de Constanza Fregoso.
La primera se trata de un tendedero del que cuelgan cinco prendas de ropa interior intervenidas con hilos en las que se escriben las siguientes frases:
“La pornografía me hizo pensar que la violencia era placer”; “Los novios también violan”; “¿Por qué rolaste mis fotos?”; “Ojalá la tuviera rosita”; “La neta no me vine”; “Qué rico es el consentimiento”.
Andrea reveló en entrevista que los textos de las prendas son frases que ella se decía a lo largo de su vida sexual en la adolescencia. “Aprendemos el consentimiento a las malas, o muchas sufrimos abusos por parte de nuestros novios. Pero es un tema que entre nosotras lo mantenemos oculto por miedo o vergüenza. Mi iniciativa con esta pieza es precisamente eso, de sacar a la luz, al sol, las vivencias”.
También criticó la disparidad que se vive entre sexos: “Normalmente un hombre tiene una libertad de ser y poder. Las mujeres siempre somos cuestionadas, estigmatizadas desde un punto de vista machista”. En palabras de la artista, a las mujeres muchas veces no se les permite informarse sobre su sexualidad, “como consecuencia tenemos estos abusos, permitimos estas violaciones, que no las concebimos en su momento como violaciones, pero lo son”.
En lo que respecta a FLUJO INFINITO, cuando la artista prendió el mecanismo y la fuente comenzó a chorrear líquido rojo, todo mundo en la galería volteó a ver la impactante escena. Constanza cuenta que la instalación representa una situación que ella vivió en un momento de enfermedad en el que perdió mucha sangre.
“En esa parte de estar perdiendo mucha sangre el baño se veía así tal cual. Estoy intentando recrear estas escenas de hemorragia, no nada más yo que viví una enfermedad ginecológica, sino las mujeres cuando pierden un bebé”.
Ella retoma el motivo de las flores, no para hacer una estética de ‘flor-vulva’, sino porque las flores tienen el mismo propósito sexual de la vagina, que es la reproducción.
Pose 3: El rompecabezas / El instante
Aunque todo gire alrededor en el huracán del clímax, fije la mirada en un punto. Clic. Cuelgue su abismo donde más le convenga. Deshaga la pared, arme una nueva, con otras capas, otras dimensiones. En el acto lo importante es (de)venirse.
La expo también estuvo habitada por collages en los que el cuerpo y los soportes se entrelazaban. Uno de ellos fue PERO QUÉ RICO Y SABROSO de Garzón Masabo, cuyo minimalismo no lograba evocar mucho, quizá ni siquiera lo suficiente. Otros que sí tenían una mejor búsqueda de sentido eran el collage análogo CINESIAS de Melissa Sánchez, en el que establecía un diálogo entre la naturaleza humana y la vegetal, o el mosaico contemporáneo MONTE DE VENUS DE BAJA CALIFORNIA de Ammieli Madueña, en el que la geografía estatal vivía una abstracción que la convertía en una geografía corporal.
Tampoco hay que olvidar a las fotografías y su potencia visual. En PICANDO EL BISTEC de Daniela Alexandra Garcia la carne abarca y se expande más allá del marco, por su tamaño resulta difícil no voltear a ver esa gruta roja.
Fiel a su estilo editorial retro y de ensueño, Valentina Sepulveda participa con una pequeña serie titulada OMNISEXUAD_S. Un maletín abierto del que salen látigos, dildos, cuero, y una modelo sosteniendo un crucifijo con la blusa entreabierta. Sepulveda se sirve de objetos, colores y personajes para contar historias diferentes según quien vea sus fotos.
Pose 4: La despedida
Si el encuentro no fue placentero no dude en soltar frases del tipo ‘estuvo muy rico y todo pero…’. Si le gustó espere otra semana más. Mande un mensaje en la madrugada que diga ‘ontas?’. No se olvide de usar protección, para los genitales y para el corazón.
‘El Arte de la Sexualidad’ forma parte de la Jornada de Educación Sexual de la Facultad de Turismo de la UABC, que constó de talleres, charlas, y conferencias para hablar dentro de un espacio seguro sobre este tema, sin tabúes y con información para concientizar a la comunidad académica. Incluso la jornada contó con el apoyo de marcas y organizaciones internacionales como Prudence, Cimac, Prosalud, DKT International, IMSS, etc.
No durará mucho expuesta por lo que se recomienda asistir pronto.
