Herminio e Isauro Martínez por fin regresaron a su pueblo Ayuujk, mientras que los restos de Abimael Jiménez, ya reposan en el sepulcro.
Los tres indígenas mixes, originarios de Santo Domingo Tepuxtepec, que emigraron hace seis meses a los Estados Unidos motivados por el sueño americano y el pasado 22 de febrero fueron localizados muertos y con visibles huellas de tortura en Phoenix, Arizona, por fin fueron repatriados.
La madrugada del martes 8 de marzo llegó el cuerpo de Abimael Jiménez, de escasos 16 años de edad, a su comunidad que se encuentran consternada y de luto.
Y la madrugada del jueves 10 llegaron los cuerpos de Herminio Martínez, de 21 años, y de Isauro Martínez, de 28, que salieron de su pueblo Ayuujk en busca del sueño americano que terminó en una pesadilla y duelo.
Este triple asesinato de los oaxaqueños en Phoenix, Arizona, Estados Unidos, obligó al Congreso de Oaxaca a exigir una investigación profunda contra una presunta red de tráfico de personas, la cual pudiera estar vinculada al multihomicidio.
Con 33 votos a favor, la legislatura aprobó el exhorto al titular de la Fiscalía General de Justicia del estado, para que, de manera coordinada con la Policía de Phoenix, inicien las investigaciones ministeriales necesarias para identificar una posible banda de traficantes de personas que operaría en Oaxaca y en la citada ciudad de Arizona, y en su caso proceder penalmente.
También, hizo el llamado al gobernador Alejandro Murat Hinojosa para que impulse urgentemente una política social que ofrezca oportunidades de desarrollo y posibilidades de una vida digna para las y los oaxaqueños de las comunidades más marginadas.
Y a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mantener la exigencia para que se esclarezca y castigue a los responsables por el asesinato ocurrido en febrero contra estos tres jóvenes indígenas, originarios de Santo Domingo Tepuxtepec.
El activista Joaquín Galván explicó que el 19 o 20 de febrero se denunció la desaparición de Herminio Martínez, Isauro Martínez y Abimael Jiménez, sin embargo, fue el pasado 22 de febrero cuando las autoridades de Phoenix dieron a conocer que descubrieron tres cuerpos en un lote baldío, mismos que presentaban huellas de tortura.
A 15 días de que fueron localizados los cuerpos, regresaron a su tierra para ser sepultados conforme su tradición. Dos días para velarlos y el tercero para despedirlos en el panteón.
Antes de ser inhumado, Abimael fue despedido en la escuela donde estudió y ahí tanto alumnos como maestros le montaron guardias de honor, para luego ser despedido con música, velas y flores.
Mientras, en la explanada municipal de Llano Crucero, en Tepuextepec, se iniciaban los rezos para Herminio e Isauro.
La población exige justicia por estos crímenes sin dejar de solidarizarse con las familias en duelo.
“Estamos consternados y seguimos exigiendo justicia. Hacemos un llamado a las autoridades estatales y federales para darle continuidad a la exigencia de justicia y a garantizar a estas familias un acompañamiento adecuado”, reafirmó Joaquín Galván.
Con información de Proceso.
