9 feb (Reuters) – Policías y manifestantes se enfrentaron en Myanmar el martes, dejando lesionados de ambos lados, en el día más violento hasta ahora de las protestas contra el golpe militar que derrocó a Aung San Suu Kyi.
Un médico dijo que era poco probable que una mujer sobreviviera a una herida de bala en la cabeza.
Otras tres personas están siendo tratadas por heridas causadas por presuntas balas de goma después de que la policía disparara, principalmente al aire, y usara cañones de agua para tratar de despejar a los manifestantes en la capital, Naypyitaw.
La televisión estatal informó de lesiones a la fuerza policial durante los intentos por dispersar a los manifestantes, en su primer reconocimiento de las manifestaciones que tienen lugar en el país.
Los incidentes marcan el primer derramamiento de sangre desde que el Ejército dirigido por el general Min Aung Hlaing derrocó al gobierno de la Premio Nobel de la Paz Suu Kyi, recién electo el 1 de febrero, y la detuvo a ella y a otros políticos de su Liga Nacional para la Democracia (LND).
El Ejército afirmó que la LND ganó las elecciones de forma fraudulenta, una acusación desestimada por el comité electoral y por gobiernos occidentales.
A última hora del martes, la policía de Myanmar allanó la sede de la LND en Yangón, dijeron dos legisladores electos del partido. Según las fuentes, la redada fue llevada a cabo por una docena de policías, que entraron por la fuerza en el lugar en la capital comercial después del anochecer.
“FUERZA DESPROPORCIONADA”
Las protestas son las más grandes que sacuden Myanmar en más de una década, reviviendo recuerdos de casi medio siglo de dictadura militar hasta que los uniformados comenzaron un proceso de retirada de la política civil en 2011.
Naciones Unidas expresó su preocupación por el uso de la fuerza contra los manifestantes.
“Hago un llamado a las Fuerzas de Seguridad para que respeten los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluido el derecho de reunión pacífica y la libertad de expresión”, dijo Ola Almgren, representante de la ONU en Myanmar.
“El uso de fuerza desproporcionada contra los manifestantes es inaceptable”.
Según informes de Naypyitaw, Mandalay y otras ciudades, numerosos manifestantes han resultado heridos, algunos de ellos de gravedad, a manos de las fuerzas de seguridad.
Un médico del hospital de Naypyitaw dijo que la mujer herida en la cabeza recibió un disparo que podría ser mortal.
“No ha fallecido todavía, está en la unidad de emergencia, pero es 100% seguro que la lesión es fatal”, dijo el médico, quien declinó ser identificado. “Según la radiografía, es una bala real”.
Ni la policía ni el hospital respondieron a una solicitud de comentarios.
Un hombre tenía una herida en el pecho pero no se encontraba en estado crítico. No está claro si fue alcanzado por una bala o una bala de goma, dijo el médico.
El noticiero estatal MRTV dijo que un camión de la policía fue destruido en una manifestación en Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar. Mostró imágenes de las secuelas, incluidos los policías heridos.
MRTV describió las protestas como orquestadas por personas que querían dañar la estabilidad de la nación y que habían actuado de manera agresiva. No mencionó el golpe de estado ni otras manifestaciones en todo el país.