MADRID, 28 sep (Reuters) – El enfrentamiento entre las autoridades regionales de Madrid y el Gobierno español sobre cómo contener el creciente número de casos de coronavirus en la capital está provocando un creciente descontento entre los residentes de las zonas más pobres, que se sienten discriminados.
“No se ponen de acuerdo entre los políticos y los más afectados somos los pobres siempre”, dijo Daisy Mencía, una residente del barrio obrero de Vallecas, que entra en su segunda semana de confinamiento parcial.
Madrid amplió el viernes el cierre parcial a un total de 45 áreas de salud con altos índices de infección, la mayoría de las cuales se encuentran en barrios de rentas bajas, lo que ha provocado acusaciones de discriminación de clase.
Pero los líderes conservadores de la región rechazaron la recomendación del gobierno central de izquierda de reimponer las restricciones en toda la ciudad.
“El confinamiento total no es posible”, dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en una entrevista con la cadena de televisión Antena 3 el domingo por la noche. “Nos estamos arruinando (…) No sé cuántas empresas siguen perdiendo empleo y oportunidades cada día”.
En los últimos días, los gobiernos nacional y regional han intercambiado sus visiones sobre cómo gestionar la crisis, discutiendo sobre quién es responsable y cómo actuar ante el creciente número de contagios en Madrid y su periferia, llevando a nuevas cotas la polarización política existente sobre gran parte de la gestión de la pandemia en los últimos meses.
El pensionista Víctor Rubio dijo a Reuters que la situación política era deplorable.
“No están viendo las cosas con arreglo a la situación, sino con arreglo al tema político. Solamente se ataca a aquellas zonas donde están los contrarios a los que están gobernando (en Madrid)”.
Desde el inicio de la crisis sanitaria y hasta el pasado viernes, España ha registrado 716.481 casos de COVID-19, la cifra más alta de Europa Occidental, siendo Madrid la región más afectada.