El veterano bombero Daniel Medrano se bajó de su camioneta en algún lugar de las áridas afueras de Sunland Park, Nuevo México, donde una vasta extensión de arena amarilla está salpicada de arbustos.
Debajo de uno encontró un cuerpo.
Medrano se envolvió la nariz y la boca con un pañuelo mientras miraba más de cerca: zapatillas negras, sombrero verde, cabello oscuro recogido en una trenza. Una botella de agua vacía cerca del brazo extendido.
La tarde del 17 de agosto la temperatura rondaba los 38 grados centígrados, y Medrano creía que la mujer había muerto días antes: otro migrante muerto por el calor abrasador mientras ingresaba a Estados Unidos.
“Se puede ver que el cuerpo está justo contra el arbusto de mezquite, probablemente tratando de conseguir algo de sombra”, dijo Medrano, jefe de bomberos de Sunland Park, una ciudad en la frontera con México junto a El Paso.
Hizo un gesto con ambos brazos hacia el desierto aparentemente interminable, admitiendo que ni siquiera él sabía su ubicación exacta. “Quizás estemos a unas tres o cinco millas de la ciudad, y esto es lo que sucede”, agregó.
En los últimos 12 meses hasta septiembre, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos registró 60 muertes de migrantes debido al calor en el sector de El Paso, el triple que el mismo período del año anterior.
El sector se extiende por el desierto de Chihuahua -Nuevo México y partes de Texas- a lo largo de 431 kilómetros de la frontera. Ha sido la zona más transitada para los cruces de migrantes hacia el suroeste de Estados Unidos en un momento en que las detenciones fronterizas están en camino de igualar o superar niveles récord.
Defensores de migrantes y académicos han dicho durante años que políticas como el aumento de vallas y puntos de control, destinadas a disuadir a quienes pretenden cruzar irregularmente a Estados Unidos, empujan a los migrantes a tomar rutas cada vez más peligrosas para evadir la detección.
Eso incluye caminatas cada vez más largas a través de tramos remotos de desierto donde son propensos al agotamiento y la deshidratación.
Los traficantes de personas también pueden abandonar a los migrantes sin agua o transportarlos en grandes grupos en sofocantes camiones de carga. La cifra de muertos en 2022 en la frontera entre Estados Unidos y México llevó a la agencia de migración de las Naciones Unidas a considerar la zona como la ruta migratoria terrestre más mortífera del mundo.
Dado que se espera que los fenómenos meteorológicos extremos empeoren debido al cambio climático, es probable que estos viajes se vuelvan más riesgosos.
“Ahora va a ser incluso peor por el clima, es un factor traumático adicional”, dijo Fernando García, jefe de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos en El Paso, subrayando que las políticas fronterizas más duras eran la principal causa del aumento de las muertes.
“PELIGRO DE MORIR”
Las muertes relacionadas con el calor representaron poco menos de la mitad del número total de muertes de migrantes en el sector de El Paso durante los últimos 12 meses.
Incluyendo otras causas como accidentes automovilísticos y ahogamientos, el número total de muertes de migrantes se duplicó respecto al año anterior hasta alcanzar un récord de 148 muertes.
Esa cifra podría estar muy por debajo de la cifra real, ya que los defensores de migrantes y el propio brazo de investigación del Congreso sostienen que la CBP subestima las muertes de inmigrantes.
La CBP dijo el año pasado que estaba trabajando para mejorar sus datos, que provienen de las fuerzas del orden, departamentos de bomberos y socorristas, incluidos agentes de la Patrulla Fronteriza.
Su sitio web afirma que su objetivo es “realizar un seguimiento de esta información de la manera más completa y precisa posible”, aunque reconoce que “estos datos no lo abarcan todo”.
En respuesta a preguntas de Reuters, la CBP dijo que insta a los migrantes a utilizar vías lícitas y señaló que los cruces irregulares son “intrínsecamente peligrosos”.
Aunque los datos finales aún no estaban disponibles sobre las detenciones de migrantes en el sector de El Paso este año, el incremento de las muertes pareció superar con creces el aumento de los cruces fronterizos.
“Tuvimos un verano muy caluroso, lo que incrementó los peligros en el desierto de Chihuahua”, dijo el portavoz de la CBP, Fidel Baca, en una entrevista en el muro fronterizo de Sunland Park.
Nuevo México y Texas registraron temperaturas superiores al promedio durante todo el verano. El Paso registró una racha récord de 44 días por encima de los 38 grados.
Los migrantes no esperan la severidad del calor seco, señaló Ramiro Ríos, jefe de batallón del Departamento de Bomberos de Sunland Park, quien se cubrió el cuello con un pañuelo con la bandera estadounidense mientras acompañaba a Medrano a examinar el cuerpo en Sunland Park.
“Entonces empiezan a desorientarse y no pueden encontrar la salida del desierto, luego sudan mucho y sufren un agotamiento por calor severo y, finalmente, una insolación”, dijo.
Durante años, según muestran los datos de la CBP, la exposición al calor ha sido una de las principales causas de los rescates de migrantes a lo largo de la frontera.
Pero los inmigrantes pueden mostrarse reacios a buscar ayuda porque temen ser deportados.
En los últimos dos años, CBP ha instalado 20 “balizas de rescate”, similares a torres eléctricas, en áreas remotas del sector de El Paso, donde los migrantes pueden presionar un botón rojo para pedir ayuda.
Letreros en inglés y español advierten: “¡Si continúa más lejos de este punto, no podrá llegar a un lugar seguro!”. “¡Si no llama por ayuda, está en peligro de morir!”.
El centro de control de CBP puede evaluar la situación a través de cámaras mientras envía agentes, un viaje que puede llevar hasta un par de horas, dijo Baca.
El Sector El Paso de CBP no respondió a preguntas sobre la frecuencia con la que las estaciones de emergencia han resultado efectivas, pero dijo que los agentes realizaron 597 rescates en el último año.
“Aquí afuera lo único que tienes son agentes de la Patrulla Fronteriza”, afirmó Baca. “No hay ambulancias, no hay hospitales”.