Investigadores de Barcelona intentan “engañar a la naturaleza” con la creación de un útero artificial para bebés extremadamente prematuros, después de que las pruebas realizadas en animales mantuvieran vivos a los fetos durante 12 días.

Su prototipo de placenta artificial recrea un entorno protector con un contenedor translúcido de material biocompatible en cuyo interior pueden seguir desarrollándose los pulmones, los intestinos y el cerebro del feto.

Está conectada a un sistema de circulación de líquido amniótico que mantiene al feto aislado de estímulos externos pero accesible para controles ecográficos y vigilancia.

Los bebés que nacen después de seis meses de embarazo o menos se consideran extremadamente prematuros, con un alto riesgo de muerte o discapacidad. Las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud muestran que alrededor de 900.000 bebés de este tipo murieron en todo el mundo en 2019.

“El concepto de una placenta artificial lo que intenta es desarrollar un sistema que nos permita mantener un feto fuera de su madre pero siguiendo en las condiciones fetales: que siga respirando por el cordón umbilical (…) que no le obliguen a respirar por unos pulmones que no están desarrollados, que le podamos alimentar a través del cordón umbilical, que viva rodeado de líquido a una temperatura constante”, explica a Reuters Eduard Gratacós, jefe del proyecto.

Gratacós dirige un equipo de 35 personas del centro de investigación médica BCNatal —una fusión de los departamentos de medicina materno-fetal y obstetricia de dos hospitales de Barcelona— y de la Fundación La Caixa, una organización privada financiada por Caixabank.

EXTREMADAMENTE DELICADO

El equipo ha realizado estudios preclínicos con corderos, en los que lograron una supervivencia fetal de 12 días, y tiene previsto realizar también pruebas con cerdos antes de proponer un ensayo en humanos dentro de unos años.

“El proyecto, de gran complejidad, requiere muchas especialidades diferentes de medicina, requiere ingenieros de distintos tipos. Es un reto, es extremadamente delicado conseguir esto, y conseguir engañar a la naturaleza para que esto sea posible”, dijo Gratacós.

Entre unos pocos proyectos de este tipo en todo el mundo, un grupo de científicos del Hospital Infantil de Filadelfia consiguió mantener con vida fetos animales durante 28 días.

Kelly Werner, profesora adjunta de Pediatría de la Universidad de Columbia, dijo al Science Media Centre que los resultados positivos del equipo español deben probarse rigurosamente en ensayos clínicos con humanos para comprobar su seguridad y efectos secundarios.

“Aunque se trata de un avance alentador, la placenta artificial no pretende sustituir a la placenta natural”, dijo Werner. “Es decir, a pesar de estos avances, debemos hacer todo lo posible por apoyar la salud materna y disminuir los factores de riesgo que conducen al parto prematuro”.

De Reuters.

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