Largas colas de migrantes se han acumulado esta semana en Tijuana, cerca del extenso muro que divide México y Estados Unidos, ante el inminente fin de una política contra el COVID-19 que durante tres años impidió a las personas que cruzaban solicitar asilo.
La política, conocida como Título 42, expira el 11 de mayo, lo que provocó una avalancha de migrantes hacia la frontera, ahora acurrucados bajo plásticos negros o tiendas de campaña improvisadas a la espera de cruzar a Estados Unidos.
“No se había visto antes algo así”, dijo Enrique Lucero, director de Atención al Migrante. “Se creía que esta frontera estaba totalmente sellada, que era muy difícil brincarla”, agregó.
Los activistas afirman que los grupos comenzaron a llegar esta semana a esta ciudad fronteriza, con la esperanza de adelantarse a una posible avalancha de solicitudes de asilo cuando expire la prohibición. Algunos han intentado cruzar ilegalmente en lugar de esperar, añaden.
“Se están adelantando porque piensan que después del 11 (de mayo) habrá más fila para procesar las solicitudes de asilo”, agregó Lucero.
Estados Unidos ha insistido en que el fin del Título 42 no significa que las fronteras vayan a estar abiertas.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo que hoy mantendrá una videollamada con su homólogo estadounidense, Joe Biden, con la migración entre los temas clave a tratar.
La administración de Biden y el gobierno del estado de Texas están enviando refuerzos a la frontera para prepararse ante un posible aumento de la inmigración ilegal.
De Reuters.