El reciente crimen de Armando Linares, director del medio Monitor Michoacano, demuestra que durante el 2022, dos de los estados más violentos del país se han convertido también en las entidades donde más periodistas asesinan.
Son Baja California y Michoacán, los cuales suman cada quien dos comunicadores privados de la vida durante estos tres meses y medio.
El 17 de enero en Tijuana le quitaron la vida con disparos de arma de fuego a Margarito Martínez Esquivel, seis días después, el 23, asesinaron de la misma manera a Lourdes Maldonado.
Para el último de enero, el 31, Roberto Toledo también fue victimado a balazos en su lugar de trabajo, esto en Zitácuaro, Michoacán.
Este 15 de marzo, bajo el mismo modus operandi, le arrebataron la vida a Armando Linares, esto en su domicilio.
Tres de los cuatro homicidios fueron en sus hogares, mientras que otro fue en la oficina de trabajo.
Sus muertes se dan en dos de los estados más violentos de México.
Baja California y Michoacán concluyeron el año pasado en los lugares dos y tres, respectivamente, en la lista de las entidades más mortíferas, esto causó en gran parte por el elevado nivel de impunidad con que operan los grupos del crimen organizado.
Sonora, Zacatecas, Veracruz y Oaxaca, son los otros espacios de la república mexicana que registran asesinatos en contra de comunicadores.
Los tres primeros también terminaron el 2021 entre los estados con mayor índice de violencia del país.
Existe pues, una relación aparentemente clara entre los homicidios de periodistas y la delincuencia.
No obstante, el gobierno se ha visto rebasado en muchos aspectos de seguridad, no sabiendo como poner fin a la ya casi insoportable violencia que se replica a diario en el país, en la prensa y en los que la hacen.