Después de tres años de trabajo de investigación documental y de campo, la organización internacional Elementa DDHH presentó este lunes pasado el proyecto Desaparecer en Baja California, en el que se comparten los resultados del trabajo de investigación sobre el contexto y los factores que han detonado el incremento de las desapariciones en esta entidad federativa.
Mediante un comunicado, la organización de derechos humanos feminista que trabaja en México y Colombia resaltó que se trata de un trabajo de seguimiento realizado a instituciones como la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV), la Comisión Local de Búsqueda y la Fiscalía Estatal; así como el acompañamiento a colectivos de familiares de personas desaparecidas, que tiene como objetivo ser una fuente de información confiable y actualizada.
Información que se presenta suficiente para afirmar que “Baja California atraviesa una grave crisis en materia de derechos humanos”, puesto que las desapariciones se han incrementado de forma alarmante a raíz del inicio de la mal llamada “guerra contra las drogas”.
Entre los datos que presenta la organización en este trabajo, se revelan que en 2007 la tasa anual de desapariciones fue de 15.5, para 2017 ésta incrementó a 92.76, mientras que 2018 presentó la cifra más alta con una tasa de 102.27 personas desaparecidas por cada mil habitantes. Actualmente, la Fiscalía Estatal reporta que para 2020 existían registros de más de 12 mil 750 personas que continúan desaparecidas.
En ese sentido, la organización informó que confluyen múltiples factores que caracterizan la forma en que ocurren las desapariciones. Por un lado, fenómenos como la migración, el desplazamiento forzado, la trata de personas, la violencia contra las mujeres, por otro, el uso de sustancias psicoactivas que se suma a la colusión con autoridades del estado y a la presencia y disputa territorial que han emprendido diversos cárteles del crimen organizado por el control de una ciudad fronteriza como Tijuana.
“Estos elementos agudizan y dificultan el contexto de búsqueda para las familias y colectivos. Asimismo, la situación de clandestinidad en la que ocurren las desapariciones dificulta la investigación y el hallazgo de personas desaparecidas para las familias”, señala el documento.
Elementa DDHH destaca que una de las cosas alarmantes que encontraron durante esta investigación es “la escasa, inadecuada e ineficaz” respuesta por parte de las autoridades a este fenómeno. Como muestra de ello presentan las quejas que hay en materia de búsqueda e investigación radicadas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California (CEDHBC) de 2010-2021.
De estas quejas, resalta el hecho de que el 88% corresponden a omisiones de la Fiscalía Estatal, además de que en ellas también se refleja la colusión y participación de las autoridades estatales en la desaparición, pues hay 34 quejas que señalan a autoridades estatales como responsables de las desapariciones, el 27% señalan a integrantes de la Fiscalía Estatal.
La organización refiere que se puede ver que “el estado también vive una crisis en materia forense”. Tan sólo en 2020 se reportaron 38 fosas clandestinas y se calcula que existen alrededor de 144 fosas en distintos municipios del estado, donde Tijuana concentra la tasa más alta de desapariciones y de fosas reportadas.
“Además, es uno de los estados con más cuerpos sin identificar: el tercero según un reporte público de la Fiscalía Estatal, con más de 4 mil cuerpos; y el primero, según el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México a quien la misma Fiscalía Estatal le reportó tener más de 9 mil personas fallecidas sin identificar”, puntualizan.
A esta problemática agregan que el seguimiento institucional realizado muestra que instituciones como la Comisión Local de Búsqueda y la CEEAV “realizan un trabajo reactivo que es insuficiente ante la abismal crisis de derechos humanos que se vive en el estado”, puesto que la mayor parte de las diligencias y labores de búsqueda recaen en las familias y en los colectivos.
“Aunado a esto, el área de identificación forense presenta serias deficiencias pues no cuentan con recursos necesarios ni con personal suficiente calificado para brindar a las familias certeza —en tiempo y forma— sobre la identidad de los cuerpos que están en espera de ser identificados”.
En el comunicado la organización refiere también que este proyecto además de las cifras, de la información recuperada mediante solicitudes de información y de la investigación documental, “ha buscado conocer los efectos de la desaparición mediante las experiencias de quienes sufren sus dolorosas consecuencias: las familias de las personas desaparecidas”.
En el acompañamiento que realizaron con los colectivos de familiares, resaltaron el hecho de que la mayoría de quienes realizan estas búsquedas son mujeres familiares de personas desaparecidas, de quienes sus testimonios han servido para acercar a la ciudadanía a conocer “otro rostro de la desaparición, las secuelas y la forma en que han visto transformadas sus vidas”.
Elementa DDHH resalta en su comunicado que “al conocer las historias se vuelve claro que la justicia y verdad son el único camino que alberga una posibilidad para acabar con un duelo prolongado que se vive como una muerte en vida y para dar respuesta a una crisis que en términos humanitarios es bastante crítica”.
En el micrositio www.desaparecerenbc.elementaddhh.org la organización presenta mapas, infografías, materiales descargables, así como herramientas de búsqueda que son útiles tanto para personas afectadas por la desaparición, como para quienes buscan acercarse al tema de la desaparición, tanto en Baja California como en México.
El espacio se puede consultar de forma libre, recalcaron, y estará en constante actualización para no dejar de visualizar esta problemática que, como lo muestran los resultados de su investigación, cada vez es más constante y agravante para los habitantes de esta región.
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